Las principales asociaciones del sector del transporte de mercancías por carretera y de viajeros en autobús de la Comunidad de Madrid (ATA, ATG, CETM-Madrid, FENADISMER Madrid y AETRAM) consideran esta medida "absolutamente irracional", ya que en la práctica supondrá eliminar vehículos de transporte con menos de diez años de antigüedad, pese a tener su revisión de la ITV al día, e incluso en algunos casos con apenas kilómetros como es el caso de los vehículos de mudanzas.
Según sus estimaciones, la prohibición afectará aproximadamente a entre el 60 y el 70 por ciento de la flota que actualmente opera en dicha área, tanto de mercancías como de viajeros, con el consiguiente riesgo de desabastecimiento, así como un grave perjuicio a la movilidad de los turistas que visiten la capital. “Ahora el Ayuntamiento de Madrid tiene la pelota en su tejado. Si quiere seguir con esa política ‘ultraecologista’ irracional y alejada de la realidad sólo va a conseguir un problema real de desabastecimiento y la ruina de miles de transportistas”, aseguran desde Fenadismer.
Los transportistas madrileños solicitan una moratoria de tres años al Ayuntamiento de Madrid, hasta el 31 de diciembre del 2026, para que se permita el acceso de los vehículos profesionales con distintivo B al Distrito Centro, pero el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ya ha anticipado que ve "complicado" desde el punto de vista jurídico acordar una nueva moratoria más tiempo del previsto en el calendario de restricciones medioambientales. Por su parte, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento, Borja Carabante, ha cargado contra Vox al considerar que "manipulan y mienten" a los transportistas, y ha reafirmado el compromiso del Gobierno municipal con la renovación de flotas mediante ayudas.
