El transporte de mercancías por carretera es un negocio con unos márgenes de rentabilidad ajustados que no permiten embarcarse en proyectos sin garantías claras. Por ello, si hay un aspecto determinante para dar el paso a la electromovilidad, es el TCO. Este debe ser igual o mejor que el de un modelo diésel. Cada vez en más casos, esto es viable.
Toda transición es aceptada por las empresas y el mercado cuando empieza a ser rentable. En el caso del camión eléctrico, al estar en una fase inicial de desarrollo, el reto es doble. Es necesario asegurar que las rutas sean viables en términos de autonomía y, al mismo tiempo, que su adquisición sea económicamente rentable.
Las claves
Con los vehículos eléctricos se produce un cambio importante en cuanto a la distribución de costes. Si hasta ahora, la compra representaba un tercio de los costes globales y la vida del vehículo dos tercios, en el caso del vehículo eléctrico se invierten los porcentajes (2/3 la adquisición y 1/3 la vida del vehículo). “Los costes finales pueden ser los mismos o inferiores, lo que cambia es la forma en la que se distribuyen”, explican los responsables de MAN Truck & Bus.
El primer aspecto clave es asegurar un coste fijo del kWh, tanto en recargas privadas como públicas. Esto resulta aún más relevante en el actual entorno geopolítico, marcado por las subidas previstas en los precios del petróleo a medio y largo plazo.
Otro factor que permite un control preciso de los costes es el paquete ‘todo incluido’ que ofrecen muchas marcas, que incluye mantenimiento, reparación, garantía y servicios digitales. Hace posible disponer de un coste mensual fijo del camión.
La vida útil de las baterías aún plantea algunas incógnitas, pero los fabricantes son capaces de hacer una estimación de su longevidad en función del tipo de uso y los ciclos de carga. En algunos casos, las baterías originales pueden llegar a los 13 años o 1,6 millones de kilómetros.
«Estamos convencidos de que el vehículo eléctrico 100% con baterías será la alternativa con mayor implantación en el transporte por carretera»
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Costes que desaparecen. Apostar por la descarbonización de la flota con vehículos 100% eléctricos también trae consigo ventajas fiscales. Cada vez son más los países europeos que eximen del pago de peajes a los vehículos cero emisiones.
Derechos de emisiones CO2. Las empresas de transporte de cierto tamaño deberán entrar en 2027 en la normativa de derechos de emisiones CO2. Esto supone que licitaciones y tender empezarán a incluir la obligatoriedad o preferencia de vehículos cero emisiones, y las empresas que no consigan adaptarse se quedarán fuera, como ya ha ocurrido en las licitaciones de autobuses urbanos.
Electromovilidad | Mejor TCO que un camión diésel, incluso sin subvenciones
Sin duda, los fabricantes de vehículos industriales juegan un papel crucial en el éxito de la electromovilidad. MAN ha hecho su trabajo y ya ofrece una amplia gama de camiones 100% eléctricos que se adaptan a múltiples aplicaciones. Además, ha diseñado una estrategia para acompañar a los clientes que deciden apostar por esta tecnología. “Ya tenemos muchos casos de estudio de transición de las flotas a la electromovilidad. Hay casos en los que, incluso sin subvenciones, el.TCO del camión eléctrico mejora el de un modelo diésel”, explican los responsables de la firma alemana.
Un ejemplo
De acuerdo con sus estimaciones, una tractora.MAN eTGX, con contrato de mantenimiento y reparación, que recorra una media de 80.000 kilómetros al año (unos 320 km diarios) utilizando algunas carreteras de peaje durante cinco años, puede tener un.TCO muy competitivo. “Es cierto que hoy su precio de compra es más elevado que el de la versión diésel, pero la amortización aparece cuando calculamos los costes variables, como es el caso del combustible. Es en este aspecto donde se experimenta la mayor diferencia mes a mes, y tiene un papel clave para que el TCO final en la vida de un vehículo eléctrico sea positivo respecto al de un diésel”, detallan. Electromovilidad TCO
En el caso de la electricidad, hoy existe la posibilidad de firmar un contrato con el proveedor energético y tener un coste fijo del precio del kWh para un periodo largo. Mientras que el precio del combustible (y del AdBlue) es probable que mantenga una tendencia alcista, según los diferentes estudios y futuros de bolsa. “Esto nos proporciona una ventaja competitiva altísima, ya que además de ser considerablemente más barata que el diésel, por primera vez tendremos capacidad de calcular los costes fijos reales. Esto permite realizar una cuenta de explotación por vehículo y conocer el verdadero coste por km, para poder trasladarlo al cliente final con garantías”, concluyen.. Electromovilidad TCO