“El coste para los conductores y las empresas de transporte es enorme y va en aumento. Necesitan una compensación”, advierten desde la IRU. Desde la organización europea de transportistas denuncian que los conductores quedan atrapados en la carretera, y se convierten en rehenes durante largos períodos sin acceso a alimentos, agua ni instalaciones sanitarias, mientras las mercancías se entregan con enormes retrasos.
En este escenario, la IRU ha pedido a las autoridades nacionales y de la UE que hagan más para mantener abiertas las rutas comerciales y de movilidad vitales. “El coste medio para el conductor u operador de un camión bloqueado es de aproximadamente 100 euros por hora”, estiman. Y añaden que los costes económicos durante todas estas semanas “ya ascienden a muchos millones de euros”.
La libertad de expresión no es igual a la libertad de destrucción
Los responsables de la IRU ponen el foco en las protestas en Francia. “Se han vuelto cada vez más violentas. Camiones y conductores son atacados por bandas de manifestantes enmascarados que dañan vehículos y destruyen cargamentos, especialmente alimentos. Se trata de un daño criminal contra camiones y conductores inocentes, contra el sector del transporte en su conjunto y contra las personas a las que están destinados los alimentos”, señalan.
Indemnizar a los transportistas
«Todo el mundo tiene derecho a protestar, pero no a amenazar a los conductores, atacar camiones y destruir propiedades. Y si se producen costosos retrasos, ataques y destrucción, alguien debe pagar por ello», añaden.
“Los gobiernos tienen el deber de garantizar la libre circulación de mercancías y garantizar la seguridad de los conductores y su carga. El colapso sistémico de la autoridad y el orden observado en estas protestas plantea el reclamo legítimo de las víctimas –operadores de transporte– de una compensación de los gobiernos por sus pérdidas”, señala Raluca Marian, directora de Defensa de la UE de IRU.
“Si los gobiernos no cumplen su función protectora, deben pagar los daños. Nadie más lo hará. Los operadores de transporte necesitan ahora procesos simples y transparentes para reclamar una compensación”, agrega Marian.
