Loomis es una empresa dedicada a ofrecer soluciones para la gestión de pagos, incluida la distribución de dinero en efectivo y otros objetos de valor. El máximo responsable de esta flota tan amplia y diversa nos cuenta las claves para gestionarla con éxito.
¿Cuántos vehículos componen la flota de Loomis? ¿Cuántas unidades son vehículos industriales? ¿Cuál es la antigüedad media de estas unidades? ¿Cuántos kilómetros recorren anualmente?
De los 4.600 vehículos en los 17 países de la región de Europa y Latinoamérica, 1.800 son vehículos ligeros operativos y 2.800 vehículos industriales. En España, nuestra flota consta de 500 vehículos, de los cuales 350 son vehículos industriales blindados y 150 son vehículos ligeros operativos. Los vehículos que son propiedad de la empresa tienen una edad media de 5 años y un kilometraje medio de 220.000 km, recorriendo anualmente alrededor de 40.000 km, aunque depende del tipo de ruta que realice y del país donde se encuentre el vehículo.
¿Cuáles son los principales retos a la hora de gestionar una flota tan amplia, diversa y dispersa?
Loomis no solo es una empresa de transporte y logística, sino también de seguridad y servicios financieros. Esto implica que en cada país donde operamos existen diferentes legislaciones de seguridad, lo que requiere que nuestra flota cumpla con requisitos específicos en cada uno de ellos. Para lograr esto, seleccionamos proveedores locales de conversión de vehículos, ya que tienen el conocimiento y experiencia del mercado local y su homologación. Además, la operativa y las condiciones de trabajo varían en cada país, lo que implica que debemos considerar diferentes factores al gestionar nuestra flota. En los últimos años, se han añadido desafíos adicionales a la gestión de la flota, como restricciones medioambientales, aumentos de precios y largos tiempos de entrega de nuevos vehículos.
En cuanto a tecnología, ¿disponen de un sistema propio para realizar la gestión? ¿Cuáles son sus características más destacadas?
Todos los vehículos operativos llevan integrados sistemas internos para la gestión del vehículo. Estos están enfocados en cubrir los requerimientos operativos y de seguridad de cada uno de los países. Estos sistemas engloban desde el GPS y las comunicaciones del vehículo hasta el sistema de seguridad del vehículo lo que supone un sistema complejo y crítico para la empresa.
¿Cómo es el proceso de incorporación de nuevas unidades?
Anualmente, se trabaja en un plan a 5 años para la flota de cada país. En este plan, se analiza la flota actual y las necesidades del periodo para determinar cómo gestionarla adecuadamente. El país negocia localmente la configuración de sus vehículos, siempre teniendo en cuenta distintos acuerdos y beneficios con nuestros proveedores. Debido a la diversidad de nuestra flota, en Loomis no es común utilizar el mismo vehículo en varios países. Los vehículos operativos son mayoritariamente adquiridos por compra directa, mientras que los vehículos no operativos suelen ser leasing operativo.
¿Qué objetivos se ha marcado la compañía en cuanto a la reducción de emisiones de la flota a medio y largo plazo?
Loomis está comprometida con la reducción de emisiones en la compañía. De hecho, uno de los cuatro objetivos estratégicos de la compañía es reducir un 15% las emisiones de CO2 para 2024 comparado con 2019. La principal estrategia de Loomis para reducir las emisiones es la electrificación de la flota. Sin embargo, también estamos trabajando en otros proyectos con el fin de reducir las emisiones de partículas contaminantes. Por ejemplo, empleamos 100% energía renovable para cargar los vehículos eléctricos, apostamos por el uso de biocombustibles, trabajamos diariamente en la optimización de rutas y monitorizamos a los conductores mediante un software, y los entrenamos e incentivamos para que mejoren su conducción.
¿Cómo están siendo las experiencias con las unidades eléctricas e híbridas? ¿Qué alternativa considera que encaja mejor con sus actividades?
Loomis apuesta firmemente por los vehículos de bajas emisiones. Sin embargo, además de las limitaciones habituales para la implantación de estos vehículos, como la autonomía y la capacidad de carga, Loomis tiene enfrente otros requisitos que dificultan aún más su implementación en España, como el peso adicional del blindaje (2.500 kg), la imposibilidad de apagar el motor durante las paradas y la incapacidad de cargar los vehículos fuera de nuestras instalaciones debido al riesgo.
Actualmente, contamos con más de 110 vehículos híbridos y más de 50 vehículos eléctricos en la región. Para el año 2024, compraremos más de 35 vehículos híbridos y más de 70 vehículos eléctricos. Hasta ahora, los resultados están siendo muy positivos para las distintas operativas que tenemos y los distintos escenarios que nos encontramos con ellos: rutas urbanas, interurbanas, rutas con mayor carga y conducción en invierno en los países nórdicos. Un proyecto emocionante en el que estamos trabajando para 2024 es la creación de un vehículo blindado eléctrico. Estimamos que para 2027 adquiriremos un 40% de vehículos de combustión interna en comparación con el 75% actual y compraremos el 60% de vehículos de bajas emisiones frente al 25% actual.
¿Las distintas restricciones implantadas en las grandes ciudades durante los últimos años están provocando dificultades en la operativa?
Por supuesto, en algunos casos, estas restricciones dificultan nuestra operativa y nos obligan a gestionar los vehículos de manera diferente. Sin embargo, en ciertos lugares, contamos con exenciones debido a que nuestra actividad es considerada una infraestructura crítica.
No solo eso, cada vez son más los clientes que solicitan nuestro servicio con vehículos eléctricos, lo que impulsa nuestra decisión de incorporar este tipo de vehículos a nuestra flota.
¿Qué nos puede contar sobre el proceso de adaptación y carrozado de los vehículos blindados?
España tiene una de las legislaciones de blindaje de vehículos más estrictas de Europa. Los requerimientos se encuentran detallados en la Orden IT/314/2011 del Boletín Oficial del Estado, donde se especifica que el vehículo blindado debe dividirse en 3 compartimentos: delantero (para el conductor), central (para dos vigilantes de seguridad) y la zona posterior, destinada a la carga. Además, la legislación también determina el nivel de blindaje que debe de tener el vehículo, que va desde un nivel BR3 a BR5, con el objetivo de proteger tanto a los trabajadores como la carga en el vehículo.
El blindaje aporta al vehículo alrededor de 2.500 kg, lo que provoca una drástica disminución de la carga útil del vehículo. En algunos casos en los que el peso es limitante, optamos por materiales más sofisticados y ligeros como el Kevlar, que reduce significativamente el peso del carrozado sin comprometer la seguridad. Además, trabajamos en la digitalización de la flota, incorporando todo lo que las nuevas tecnologías ofrecen a día de hoy.
Este tipo de vehículos incorporan una serie de medidas de seguridad adicionales para aumentar su nivel de protección, que junto con los requisitos operativos, contribuyen a la limitación de las opciones. El número de carroceros de los vehículos blindados es limitado, y el proceso de conversión lleva aproximadamente 3 meses.
¿Cómo realizan el mantenimiento de la flota?
Los vehículos de propiedad de la empresa tienen un contrato de mantenimiento con el fabricante que se extiende durante el periodo más extenso posible. Una vez que finaliza el contrato y hasta que se considera necesario cambiarlos, se realiza el mantenimiento de los vehículos en una red de talleres definida por cada país. Además, en algunas delegaciones contamos con personal cualificado para la reparación de pequeñas incidencias que puedan surgir en los vehículos, asegurando que estén todos en perfectas condiciones para realizar la ruta cada mañana. Los vehículos en leasing incluyen el mantenimiento durante el periodo de utilización, por lo que no suele haber ningún tipo de problema con ellos.
JURADO DEL PREMIO VEHÍCULO INDUSTRIAL LIGERO DEL AÑO
Javier Laguna, Head of Procurement and Infrastructure Loomis Europe and Latin America, junto a medio centenar de profesionales de destacadas empresas de nuestro país, forma parte del jurado que otorga el premio ‘Vehículo Industrial Ligero del Año’.
