“En estos momentos, las empresas de transporte público de mercancías están en camino de sufrir lo que puede ser una tormenta perfecta”, advierten. A su juicio, los efectos de la pandemia, la subida de la electricidad, el precio desorbitado del gasóleo, las tasas e impuestos de todo tipo al sector y los que peajes en las vías de alta capacidad en el horizonte, y ello unido, por un lado a la incapacidad de trasladar estos costes a los cargadores, colocan al sector en una situación muy delicada.
Respecto a la escasez de conductores profesionales, los responsables de Fegatramer consideran que se debe a diversos factores: “la difícil situación de las empresas del sector impide que puedan pagar salarios atractivos, y ciertas condiciones de la propia actividad, que necesita prohibir de una vez por todas el abuso que supone la carga y descarga de los camiones por parte de los conductores”. Apuestan por desarrollo de una formación profesional de conductores adaptada a las necesidades del mercado y de las empresas. “implementando un sistema de contratación en prácticas y/o aprendizaje para que los conductores aprendices puedan aprender la profesión a las empresas sin que ello signifique una carga para las mismas y para los propios conductores”.
“Si no se toman las medidas urgentes, prácticas y de sentido común, el problema no será la falta de conductores profesionales en España, sino la falta de empresas de transporte público de mercancías y por lo tanto de camiones, esos, que todos los días y de forma callada, llevan las mercancías a las grandes superficies, industrias, hospitales, estaciones de servicio, etc., esos que hoy faltan en el Reino Unido”, auguran.
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- “Si no se toman las medidas urgentes, prácticas y de sentido común, el problema no será la falta de conductores profesionales en España, sino la falta de empresas de transporte público de mercancías y por lo tanto de camiones”
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