Conversión de motores a gas: Tecnología para una movilidad sostenible

La conversión o ‘retrofit’ de motores de combustión interna de diésel o gasolina a gas natural o gas licuado del petróleo es un proceso que ha ganado interés en los últimos años debido a sus beneficios ambientales y económicos.

Esta transformación consiste generalmente en la adición de una proporción de gas al combustible original del vehículo,.dando lugar a una mezcla de ambos combustibles que entrará en la cámara de combustión del motor. El experto en este tipo de ‘retrofit’, antes de iniciar el proceso de conversión, evalúa el estado del motor y del sistema de combustible existente. Se deben inspeccionar componentes como los inyectores, el sistema de admisión y el sistema de escape para asegurar que estén en condiciones adecuadas para la conversión a gas. Conversión de motores a gas

EN MANOS DE EXPERTOS

Es crucial ponerse en manos de empresas con un nivel tecnológico y experiencia adecuados que dispongan de un kit de conversión diseñado específicamente para adaptar el tipo de motor al nuevo combustible, ya sea gas natural o GLP. Este kit incluye componentes como un sistema de inyección de gas, reguladores de presión, y centralita electrónica, que se encarga de monitorizar el adecuado funcionamiento del motor tras su conversión a gas.

Este es un factor muy importante porque las soluciones 100% digitales que dispongan de una centralita electrónica capaz de leer,.vía CAN Bus, todas las señales de las centralitas originales del vehículo, permiten garantizar que el sistema respeta todos los parámetros iniciales de funcionamiento del motor y sus prestaciones. Ante cualquier duda, la electrónica es capaz de cortar de forma instantánea el flujo de gas al motor y este volvería a funcionar con el combustible original exclusivamente.

DIVERSAS VENTAJAS

Una de las principales ventajas de convertir motores diésel o gasolina a gas es la reducción significativa de emisiones contaminantes. Tanto el gas natural como el gas licuado del petróleo producen menos óxidos de nitrógeno (NOx), partículas y CO2 en comparación con los combustibles tradicionales,.lo que contribuye a mejorar la calidad del aire y reducir el impacto medioambiental.
El gas natural y el gas licuado del petróleo habitualmente son más económicos que el diésel o la gasolina, lo que puede ayudar a conseguir un ahorro significativo en combustible a lo largo del tiempo. Además, en algunos lugares, existen incentivos fiscales y subsidios para fomentar la conversión a combustibles más limpios, lo que puede mejorar aún más la rentabilidad de la conversión.
No es menos importante remarcar que los motores que funcionan con gas natural o gas licuado del petróleo tienden a experimentar menos desgaste y corrosión en comparación con los motores diésel o de gasolina. Esto se debe en parte a la naturaleza más limpia del combustible,.que reduce la acumulación de depósitos y la corrosión en los componentes del motor, prolongando así su vida útil.

Con la creciente preocupación por el impacto ambiental de los vehículos de combustión interna, el ‘retrofit’ a gas natural o a GLP puede ayudar a cumplir con regulaciones más estrictas sobre emisiones contaminantes. Esto es especialmente relevante para flotas de vehículos comerciales y empresas que operan en áreas urbanas,.zonas de bajas emisiones (ZBE) o sensibles desde el punto de vista ambiental.porque permite obtener en muchos casos la etiqueta ECO para vehículos con un motor que tengan, al menos, clasificación de emisiones EURO 4/ EURO IV.

UNA OPCIÓN CADA VEZ MÁS ATRACTIVA

En España, el parque de vehículos para uso profesional tiene una antigüedad media elevada (13 años). Disponemos de un rico tejido empresarial de pymes y micro-pymes que,.en muchos casos, no disponen de recursos para renovar las flotas de forma rápida o al menos al ritmo que ha marcado la legislación comunitaria.

En conclusión, el ‘retrofit’ de motores de diésel o gasolina a gas natural o gas licuado del petróleo ofrece una serie de ventajas importantes,. incluida la reducción de emisiones contaminantes, menores costos de combustible y mayor durabilidad del motor. Aunque el proceso de conversión puede requerir una inversión inicial (nada exagerada, en ningún caso),.los beneficios a largo plazo tanto para el medio ambiente como para el bolsillo hacen que esta opción sea cada vez más atractiva para propietarios de flotas y conductores individuales.


Salvador Nuñez Bustos

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La conversión de motores diésel o gasolina a gas natural o gas licuado del petróleo ofrece una serie de ventajas importantes: reducción de emisiones contaminantes, menores costos de combustible y mayor durabilidad del motor

Aunque el proceso de conversión puede requerir una inversión inicial (nada exagerada, en ningún caso), los beneficios a largo plazo tanto para el medio ambiente como para el bolsillo hacen que esta opción sea cada vez más atractiva

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