La revisión de estas tarifas se realiza utilizando una fórmula que está ligada principalmente al Índice de Precios al Consumo (IPC) aunque también tiene en cuenta otras variables. En cualquier caso, habrá que esperar a que en los próximos días el Ministerio de Transportes anuncie si aplica toda la subida que sale de la fórmula o solo una parte.
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Hay que recordar que a finales de 2022 el Gobierno optó por limitar la subida de los peajes al 4%, en lugar del 8,4% que correspondía para mitigar el impacto de lo que hubiera sido el mayor aumento en las tarifas de autopistas de la historia. A cambio, el Ministerio se comprometió a resarcir a las empresas concesionarias mediante pagos entre 2023 y 2026. Solo para este año reservó una partida de 23,3 millones de euros.
La mayor subida anual de los peajes de las autopistas estatales tuvo lugar en 2007, cuando alcanzó el 4,5%. Hasta el pasado ejercicio, el aumento medio en los 17 años de aplicación del sistema de revisión vigente había sido del 2,1%.
Actualmente, siguen operando bajo el modelo concesional de pago por peaje las autopistas AP-51, AP-61, AP-53, AP-66, AP-7 Alicante-Cartagena, AP-7 Málaga-Guadiaro, AP-68 y AP-71, AP-9, AP-6 y AP-46. Si el Gobierno de Pedro Sánchez cumple su palabra, no renovará los contratos de concesión una vez caduquen y estas autopistas pasarán a ser gratuitas. Habrá que esperar hasta noviembre de 2026, cuando vence la concesión de la AP-68 entre Bilbao y Zaragoza, para ver qué sucede.
