El presidente de FVET, Carlos Prades expuso la necesidad de contar con “empresas más fuertes que puedan pagar mejor a sus conductores para retenerlos, o puedan incentivar a potenciales candidatos para que vengan a esta profesión”. “La sociedad actual no quiere trabajos incómodos y el nuestro lo es. Eso solo se puede solventar con empresas que tengan capacidad para retribuir convenientemente a sus profesionales”, añadió durante su intervención en la mesa sectorial celebrada en la primera jornada del VII Congreso de ATFRIE.
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En relación con esta problemática, existen puntos de visto contrapuestos en el seno del sector. “Considero que la solución no solo pasa por pagar más. El problema es que no conseguimos hacer atractiva la profesión para la gente joven, y traer a personas de terceros países cada vez nos cuesta más”, aseguró el presidente del CNTC, Carmelo González. En este sentido, reclamó agilizar la incorporación de chóferes procedentes de fuera de la Unión Europea. “Hay que explorar todas las soluciones garantizando la seguridad de todas las personas que circulan por las carreteras”, concluyó.
Contratos de aprendizaje
Por su parte, el presidente de ATFRIE, José María Arnedo, apuesta por ir despacio con los procesos de incorporación de los más jóvenes. Considera una “propuesta suicida” que a los 18 años se pueda conducir un camión con 44 toneladas “porque es una bomba andante”, y puso sobre la mesa una fórmula que podría ayudar a paliar el problema de la escasez de conductores. Desde su punto de vista, sería más adecuado activar contratos de aprendizaje que permitiesen a los más jóvenes introducirse en la profesión al amparo de un conductor profesional. “Cuando se certifique que está preparado, pues que se le regale el carnet, que no le cueste dinero. Y si tenemos que realizar alguna aportación las empresas, no sería un problema”, señaló.“Darle un camión a un chaval de 18 años me parece un suicidio”, remató Arnedo.
