Desde Tradime Aragón señalan que esta escalada de precios “absorbe todos sus beneficios”. El presidente de la organización, José Antonio Moliner, resalta que “el problema es trasladar a nuestra facturación la subida de los costes que tenemos, tanto en combustibles, ruedas, como en otros proveedores” y considera que para compensar esas pérdidas el precio de los servicios debería incrementarse “entre un 10 y un 12%”.
Moliner reclama más apoyo tanto el Gobierno de España como los gobiernos europeos, y les invita a estudiar una posible reducción del Impuesto Especial de Hidrocarburos, que en nuestro país supone alrededor del 32% del precio combustible. “Si se redujera este impuesto, podríamos aliviar esta situación, puesto que los cargadores se niegan en redondo a asumir esta subida, y sería una forma de que no recayese todo el peso sobre el transportista”.
Para Tradime Aragón, la realidad a la que se enfrenta el sector del transporte es que “hace unos meses el combustible suponía alrededor del 40-45% del coste de producción, mientras que ahora se sitúa en el 60 o el 70%, a lo que hay que sumar el aumento del precio de los neumáticos en un 14%, entre otros”.
Por último, consideran que es fundamental acabar con la competencia desleal “para trabajar todos en las mismas condiciones”.