Los profesionales del transporte, que se manifestaron el pasado sábado en Barcelona, instan a las Administraciones locales a establecer “una regulación realista que tenga en cuenta la actual situación crítica que atraviesa el sector por el alza incontrolada de los carburantes y el desajuste en el mercado de venta de vehículos”.
La Asociación General de Transportistas de Cataluña (AGTC) junto con el resto asociaciones del sector reiteran que el transporte de mercancías por carretera quiere ser parte activa en la lucha contra el cambio climático, pero consideran que en el contexto actual los profesionales deben quedar exentos de las restricciones de circulación para la ZBE. Reclaman al Ayuntamiento de Barcelona y a la AMB un marco legislativo que de seguridad jurídica y garantice la actividad económica, ayudas económicas directas para poder llevar a término la sustitución de los vehículos y un plan estratégico de reconversión de vehículos, mediante la homologación de filtros y catalizadores.
Si no se producen cambios, el próximo 1 de enero de 2022 tras la finalización de la actual moratoria del Ayuntamiento de Barcelona, más de 6.000 vehículos pesados que hacen a diario la distribución y logística de Barcelona, y que representan más del 50% de la flota según los datos oficiales del propio Ayuntamiento, no podrán trabajar en la Zona de Bajas Emisiones.
Los transportistas catalanes se manifiestan contra la ZBE
La nueva Zona de Bajas Emisiones que entrará en vigor en 2022 expulsará “a más del 50% de los transportistas que en la actualidad realizan la distribución urbana en la Ciudad Condal y su área metropolitana”, aseguran las asociaciones de transportistas.
