Desde la entrada en vigor, el 1 de enero de 2003, del coloquialmente denominado céntimo sanitario ( en el caso de la Comunidad de Madrid el impuesto establecido es de 1´7 céntimos por litro de carburante consumido), la Federación de Organizaciones de Transportistas de Madrid (Fenadismer Madrid) viene planteando la necesidad de eximir de su aplicación a las empresas de transporte por los perjuicios económicos que está ocasionando, en especial, a los autónomos y pymes del sector.
Las empresas madrileñas de transporte por carretera soportan en más de un 70% la recaudación total de dicho impuesto (más de 1.000 euros por camión y año), lo que les sitúa en una situación competitiva muy perjudicial frente a las empresas de transporte de otras comunidades autónomas que han decidido la no aplicación del tramo autonómico del impuesto. Por ello, Fenadismer Madrid ha solicitado a la presidenta de la Comunidad de Madrid que se establezca un sistema de devolución para el carburante profesional.
