Esta nueva serie L viene acompañada por una gama de motores lo suficientemente amplia para cubrir las necesidades del transporte de distribución en el ámbito urbano e interurbano. Actualmente Scania equipa el motor DC9 con sus tres niveles de potencia (280, 320 y 360 CV) y próximamente también estará disponible con la última motorización incorporada a la familia, el denominado comercialmente DC7. Concretamente, el protagonista de la prueba estaba equipado con el pequeño de los propulsores de 9 litros.
La mecánica en los motores de 9 litros Scania ha pasado por el departamento de ingeniería para incorporarle las mejoras existentes en el resto de los propulsores de la casa sueca. Simplemente el control de la temperatura del aceite, según la marca, nos proporcionara un ahorro del 1% en nuestra factura de combustible. Para el tratamiento de gases de escape, estos nuevos motores solo utilizan el sistema SCR. También hay que comentar que esta mecánica se ha deshecho como en el resto de las gamas de motores de la válvula EGR.
Para el resto de la cadena cinemática, el fabricante sueco nos da dos opciones: una automatizada Opticruise “Made in Scania” o en su defecto una caja de cambios automática con convertidor de par Allison. Aquí cada uno tendrá que valorar cuál de estas dos buenas cajas de cambios se adapta mejor al trabajo que vaya a desempeñar el camión.
Un vehículo alternativo
Este motor DC9 admite el uso de los nuevos combustibles más respetuosos con el medio ambiente. Además, hay que tener en cuenta que su ámbito de trabajo va a ser casi en su totalidad los entornos urbanos donde cada día se limita más el uso de vehículos que utilizan como combustible el gasoil.
Además este propulsor puede funcionar con otros combustibles alternativos como el HVO (Aceite vegetal hidrogenado) sin ninguna restricción en sus tres escalones de potencia. Para los Biodiesel o FAME 100% el uso solo está disponible en las potencias de 320 y 360 CV y con especificaciones especiales.
En esta oferta no podía faltar el gas natural. Para este combustible Scania nos ofrece el motor OC09 con dos escalones de potencia: 280 y 340 CV. Además, en ambos niveles de potencia el fabricante sueco nos ofrece la elección de incorporar indistintamente un depósito para GNC o GNL para adecuarlo a nuestras necesidades reales de transporte.
Una cabina muy urbana
El nuevo diseño de esta cabina L tiene muchos puntos fuertes que a continuación comentaremos. Los conductores dedicados a la distribución, que cada día se ven obligados a realizar decenas de paradas, están de enhorabuena. Hemos podido comprobar que la facilidad de acceso que presenta esta cabina es extraordinaria. El piso puede quedarse a 800 mm del suelo si nuestro camión está equipado con el sistema denominado arrodillamiento, que desinfla en parte las balonas de la suspensión delantera. Como es obvio, este sistema requiere suspensión neumática integral.
Para el acceso disponemos de un solo escalón de gran tamaño y superficie tanto en el lado del conductor como en el del acompañante. Este cubre casi el 100% de la apertura de las puertas, que en este modelo llega a ser de 90?.
Con unas dimensiones exteriores de 2.060 de largo por 2.310 de ancho nos podemos hacer una idea del gran volumen interior disponible. Su altura interior desde el puesto del conductor es de 1.500 mm y 900 mm desde el túnel de motor. En el camión testado la cabina es un modelo que la marca denomina Baja. Pero si queremos algo más de altura interior Scania nos ofrece dos alturas más: normal y alta.
El interior de esta cabina L destaca la calidad de los materiales utilizados y además los acabados están al nivel de sus gamas más altas. No tenemos que olvidar que sigue tratándose de un Scania. Sobre el túnel motor este camión lleva instalado una bandeja que nos será muy útil para llevar organizado el papeleo del día a día en nuestro trabajo de distribución. También sobre él, un pequeño arcón con tapa nos facilita poder guardar los objetos que necesiten algo más de privacidad. Al tratarse de una cabina de techo bajo, sobre el parabrisas el espacio disponible es muy limitado, pero hay el suficiente para un pequeño armario central con tapa y una bandeja lateral. Con esta configuración el número de ocupantes de la cabina es de dos. Si por nuestro trabajo necesitamos más personal, Scania nos da la posibilidad de montar dos asientos más sobre el túnel motor. La movilidad dentro de ella es correcta, podemos pasar del puesto del conductor al acompañante por el interior sin ningún esfuerzo gracias al retranqueo del túnel motor. Esto nos facilita poder bajar del camión por la parte derecha y así evitar los peligros añadidos por la circulación.
Otra opción disponible enfocada a evitar atropellos a viandantes y demás usuario de las vías es la ventana situada en la parte más baja de la puerta del acompañante, que aumenta notablemente nuestro campo de visión bajo control.
Visibilidad plena
La conducción con este tipo de cabinas avanzadas no se diferencia mucho de una cabina “normal”. Lo que sí se percibe desde esta nueva posición es un contacto más directo con el medio urbano que nos rodea. Hay que recordar que en estas cabinas de nueva generación los pilares A redujeron su tamaño eliminando con ello en gran medida ese ángulo muerto. Ahora se puede decir que la sensación que percibimos desde este puesto de conducción en la cabina de la serie L es de una visión de 180?.
Además hay que destacar que el acceso resulta muy cómodo. La escasa altura de esta cabina es algo que agradecerán los profesionales del ámbito de la distribución urbana.
A favor
Acceso a la cabina.
Confort de conducción.
En contra
Dimensiones del túnel motor.
Manuel Rujas
Jefe de Pruebas de Camiones
