Prueba: Volkswagen Crafter Pro – 136 CV

Dentro del segmento del transporte urbano de distribución, este vehículo destaca por su consumo, fiabilidad y seguridad.

En esta ocasión hemos tenido la oportunidad sentarnos al volante de la versión furgón con carrocería cerrada. Su longitud alcanza los 5.240 mm. y el espacio de carga (2.600 mm. de largo por 1.780 mm de ancho) permite alojar casi mil kilogramos de mercancía. El piso de la caja de carga cuenta con varias argollas para el amarre de la carga y tiene el revestimiento antideslizante. Los laterales, por su parte, están revestidos con planchas de fibra dura hasta media altura.
La puerta de acceso lateral es corredera de 1.040 mm. de ancho por 1.250 mm. de alto, la puerta trasera de doble hoja simétricas (1.565 x 1.540 mm.) y la altura del plano de carga es de 670 mm. Cuenta con escalón lateral y posterior, este último también le sirve de paragolpes. Todas estas características facilitan mucho el manejo de las cargas.
 
Este vehículo ofrece diversas combinaciones que comprenden una amplia gama: Furgón, Mixto, Combi, Plataforma y Chasis, pudiendo ser estos dos últimos de cabina simple o doble. Se puede elegir entre tres batallas: corta (3.250 mm), media (3.665 mm) y larga (4.325 mm) y también se puede combinar en tres alturas: normal, alto y sobreelevado (el peso máximo admisible por vehículo  va de 3.000 a 5.000 Kg.).
 
Equipamiento y seguridad
En esta versión Crafter Pro, Volkswagen ofrece un equipamiento muy completo: sistema BlueMotion, que posibilita la recuperación de la energía de frenado regenerando la batería,  sistema Star&Stop, relación de transmisión al eje trasero más larga, control de velocidad automático Tempomat, y recomendación de cambio de marchas. De esta forma se puede reducir su consumo en 0,8 L/100 Km/h.
La incorporación de un extenso equipamiento de elementos de seguridad, convierten a la Crafter en una furgoneta muy atractiva. Este modelo incluye airbags de conductor y de acompañante, frenos con ABS, antideslizamiento ASR, sistema de arranque en pendiente, asistente de frenada, control de estabilidad electrónico, el ESP, bloqueo electrónico del diferencial el EDS, señal de frenada de emergencia, aviso de avería de las luces o de no llevar abrochado el cinturón de seguridad del conductor. También aumenta su confort y funcionalidad, gracias el sistema de climatización, cierre con mando a distancia, elevalunas eléctricos y asientos regulables en altura para el conductor.
 
Motores eficientes
Los motores TDI de cuatro cilindros ofrecen un par motor mejorado. Se les han rebajado tanto los niveles de consumo como las emisiones de CO2 y se ha incorporando la tecnología BlueMotion en todos ellos. Están disponibles en tres gamas de potencia: 109 CV, 136 CV y 163 CV, todos con inyección directa common-rail. Los trabajos realizados en estos motores, entre otros, han sido el rediseño del turbocompresor para obtener el máximo rendimiento a bajas revoluciones, y el redimensionamiento del sistema EGR de recirculación de gases de escape.
En su versión más baja, encontramos su par máximo de 80 KW, entre las 1.500 rpm y 2.250 rpm y un consumo de 7,9 litros; en su versión intermedia, ofrece un par motor de 100 KW y con el mismo consumo; y para el más potente, un motor biturbo, el par llega a los 120 KW. Este propulsor cuenta con la tecnología BlueMotion, que garantiza un ahorro de 3,6 litros en comparación al modelo anterior y cumple las normativas de emisiones contaminantes Euro V y la EEV.
 
En esta prueba hemos podido conocer el comportamiento de la Crafter Pro de 136 CV con caja de cambios manual de seis desarrollos. Nos encontramos con un vehículo muy equilibrado en todo su conjunto, movido por un motor que en ningún momento demostró ser perezoso. Pero fue a partir de las 1.500 vueltas y hasta alcanzar las 2.500 cuando apreciamos el verdadero empuje de este propulsor, aunque con los desarrollos de su cadena cinemática no es necesario superar las 2.000 rpm para mantener una velocidad adecuada y más ahora, con los nuevos límites de velocidad, que equiparan los furgones como los camiones en su velocidad máxima.
 
En carretera, sin sobrepasar las 1.900 vueltas se mantiene en la velocidad crucero legal. En los  cambios de marchas no encontramos perdidas de potencia y la recuperación se realiza de forma gradual. Cuando la pendiente de la carretera asciende, se mantiene bien dentro de su par y si las subidas se hacen más fuertes, tenemos fuerza suficiente hasta el límite de su par si la necesitamos. En carreteras sinuosas se le nota un gran aplomo, cuando negociamos las curvas, su tren trasero sujeta bien la carrocería al asfalto. A pesar de llevar tracción trasera, la suspensión filtra bien las irregularidades del terreno. Destacan la dirección de desmultiplicación variable y los frenos de tacto suave, eficaces y con frenada progresiva.
 
En ciudad se desenvuelve sin ningún problema: la altura de su puesto de conducción y sus espejos retrovisores generosos permiten tener una buena visibilidad en todo momento. Por lo tanto no hay problema a la hora de callejear o aparcar, a pesar de su gran envergadura.
 
Destacamos: Capacidad, seguridad y economía
Observamos: Espejos no abatibles y volante regulable solo en profundidad.

Juan Morón 
Jefe de Pruebas de Vehículos Ligeros

  • Destacan la dirección de desmultiplicación variable y los frenos de tacto suave, eficaces y con frenada progresiva.
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  • En carreteras sinuosas se le nota un gran aplomo, cuando negociamos las curvas, su tren trasero sujeta bien la carrocería al asfalto.
     
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