Según ANFAC, durante la última semana los puntos de venta han comenzado a introducir las operaciones «a buen ritmo», por lo que esperan que el PIVE empiece a tener efectos en los datos de matriculaciones a partir de noviembre y en los siguientes meses.
Además, prevén que antes de que acabe octubre la práctica totalidad de los concesionarios estén dados de alta en el sistema de gestión del Plan PIVE, que consiste en un incentivo de 2.000 euros para la compra de vehículos nuevos, a cambio de la entrega de un automóvil viejo para el achatarramiento.
El programa ha despertado gran interés entre los potenciales compradores. De hecho, los concesionarios suman más de 140.000 visitas en los veinte primeros días de octubre. Además, las visitas han aumentado un 35% en la segunda decena del mes, respecto a la primera.
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