El Volkswagen Crafter contará con un motor 2.0 TDI del que se han desarrollado tres versiones, con potencias máximas de 109, 136 y 163 CV. Estos propulsores hacen posible que el consumo de carburante se limite a 7,2 litros a los cien kilómetros.
Esta reducción del consumo de combustible contribuye a que los costes operativos del vehículo disminuyan un 25% en relación con el anterior Crafter. Al mismo tiempo, la empresa ha trabajado para conseguir un mejor rendimiento en la conducción y unos mayores volúmenes de carga útil.
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