La encuesta anual Green Compact de IRU pone de manifiesto que las empresas operadoras de transporte por carretera comercial están comprometidas con la descarbonización (adoptando medidas de eficiencia y planificando inversiones en combustibles alternativos), pero elevado coste de los vehículos y la energía, la infraestructura limitada y la regulación compleja siguen siendo obstáculos importantes para un mayor avance. La nueva encuesta analizó las expectativas, preocupaciones e inversiones planificadas en materia de descarbonización de los operadores de transporte por carretera en Australia, Asia Central, Europa, México y Turquía. El 86 % de los encuestados eran pymes.
«La industria del transporte por carretera está comprometida con la neutralidad de carbono, pero esta encuesta histórica muestra que la mayoría de los operadores tienen dificultades para conciliar las expectativas regulatorias y del mercado con los altos costos iniciales y la falta de infraestructura», explica el secretario general de la IRU, Umberto de Pretto.
«La mayoría de los operadores tienen dificultades para conciliar las expectativas regulatorias y del mercado con los altos costes iniciales y la falta de infraestructura»
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«Si no eliminamos las barreras de costes y de infraestructura en particular, los vehículos con combustibles alternativos serán casi imposibles de comprar y operar para muchas empresas, especialmente el 85% de los operadores a nivel mundial que son pymes, lo que pondrá en riesgo nuestros compromisos globales de cero emisiones netas”, agregó.
Principales obstáculos
Los altos costes de los vehículos y la energía por sí solos son solo una parte de la historia. La mayoría de los operadores reportan una falta de disposición de sus clientes para cubrir costos adicionales de capital y de funcionamiento mediante el aumento de los precios del transporte (por ejemplo, el 67 % en Australia y el 58 % en Europa).
El progreso también se ve obstaculizado por la falta de condiciones propicias. En Turquía, el 70 % de los operadores reportan dificultades para instalar cargadores en sus instalaciones, mientras que la mitad de los operadores de Asia Central enfrentan dificultades para obtener camiones con combustibles alternativos. En Europa, el 60 % menciona la falta de infraestructura pública de recarga.
Como reflejo de estas dificultades prácticas, el 90 % de los operadores aún planea comprar nuevos vehículos diésel en el futuro. En cuanto a las alternativas, más informan sobre planes de inversión en biocombustibles que en cualquier otro combustible alternativo, y los vehículos eléctricos ocupan el segundo lugar en cuanto a prioridad de inversión.
El 90 % de los operadores aún planea comprar nuevos vehículos diésel en el futuro
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“Los gobiernos deben actuar ahora para ofrecer incentivos a la inversión, reducir el riesgo y mejorar la infraestructura para que los operadores puedan tomar las mejores decisiones de inversión a largo plazo para descarbonizar eficazmente y, al mismo tiempo, mantener en funcionamiento los servicios vitales de transporte por carretera”, afirma Umberto de Pretto.
La encuesta también evaluó la eficiencia de los conductores, los vehículos y la red logística, así como la situación del transporte colectivo de pasajeros. El informe completo con los resultados de la encuesta incluye secciones sobre los enfoques regulatorios actuales y describe las condiciones propicias para el sector.