La elección del Isuzu D-Max frente a sus competidores viene dada por ser el vehículo que mejor se adaptaba a las necesidades de la labor desempeñada por los guardas forestales (prevención de incendios, limpieza y vigilancia de los montes. Para ello, se precisaban vehículos que fueran pick-up, con chasis de doble cabina (para permitir desplazarse en ellos hasta cinco personas con comodidad), una potencia mínima de 130 CV, que contaran con tracción total y reductoras y una gran versatilidad a la hora de cargar elementos de tamaños y formas muy diversos.
Siguiendo la norma de la Compañía de brindar toda suerte de opciones a sus clientes para poder crear el automóvil a su medida, el D-MAX se ofrece con tres tipos de carrocería: cabina doble, cabina extendida y cabina simple; con versiones de propulsión trasera o de tracción total desconectable, transmisiones manual o automática y dos vanguardistas motores CRDi, de 2.5 y 3.0 litros.
