Los transportistas de portavehículos contra las cuerdas

En las últimas semanas, cientos de transportistas dedicados al transporte de portavehículos han expresado su “enorme preocupación y desesperación” por la situación de inactividad en que se encuentran por la paralización de la producción de las fábricas de automoción españolas, “debido presuntamente a la crisis motivada por la escasez de microchips a nivel mundial”, deslizan desde Fenadismer.

 
Primero fue la planta de Seat en Martorell, que tuvo que detener parcialmente su producción desde mediados de agosto, y más tarde se han ido sumando las plantas de Citroën-Peugeot en Vigo y de Opel en Figueruelas, a las que se une desde esta semana la fábrica de Mercedes-Benz en Vitoria, pese a que en todos los casos acababan de retomar su actividad tras el parón por el período vacacional.
 
La escasez de microchips es la principal razón aducida por los fabricantes de vehículos para la reducción de su actividad productiva, lo que se está dando tanto a escala nacional como europea. Por ello, los centros de producción están aplicando medidas especiales, como la suspensión temporal de las líneas de producción y la puesta en marcha de expedientes temporales de regulación de empleo hasta que la falta de semiconductores se vea resuelta, previsiblemente hasta el primer semestre de 2022. “Sin embargo, detrás de esta actuación podría haber otros intereses económicos o estratégicos que estarían motivando la ralentización en la producción de nuevos vehículos”, apuntan desde Fenadismer.
 
Casi 4.000 camiones perjudicados
Uno de los grandes perjudicados por este descenso en la producción de automóviles son los transportistas de portavehículos, que representan en España en torno a mil empresas y autónomos con una flota de camiones de en torno a 3.900 vehículos, los cuales ya vivieron una situación dramática el pasado año con motivo de la suspensión de la actividad por el estado de alarma y el consiguiente cierre de las fábricas de automoción. “Hay que tener en cuenta que, a diferencia de otros subsectores del transporte de mercancías por carretera, en el caso de los transportistas de portavehículos no pueden dedicarse al transporte de otro tipo de mercancías, dadas las especiales características técnicas del conjunto del vehículo (normalmente tren de carretera), que lo hace incompatible con otro tipo de configuración modular”, recuerdan desde la Federación.
 
Además su dramática situación económica se ve agravada por la mayor carga financiera que deben soportar los transportistas de esta especialidad por la elevada inversión que supone la adquisición de este tipo de vehículo de transporte, que supera los 200.000 euros entre el camión y el remolque carrozado, lo que representa un 50% más de coste que un tren de carretera convencional, según se recoge en el Observatorio de Costes del Transporte de Mercancías Por Carretera que publica periódicamente el Ministerio de Transportes.
 

  • Según datos facilitados por la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones, la fabricación de vehículos registró una fuerte caída en junio (-18,1%) y del 33,8% si se compara con los datos de junio de 2019.
También te puede interesar