Los camiones 25,25 vuelven a la primera fila

Se reabre el debate sobre su implantación en España

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La Fundación Francisco Corell ha presentado un estudio elaborado por la Cátedra Amelio Ochoa de la Universidad Politécnica de Madrid donde se analizan las consecuencias que tendría un incremento de las dimensiones y capacidad de carga máximas de los vehículos pesados dedicados al transporte carretera.
 
La implantación de vehículos de 25,25 y 60 toneladas serviría para incrementar “la eficiencia y la competitividad en el sector”, según han explicado José Manuel Vassallo y Alejandro Ortega, dos de los autores del estudio. Ambos han cuantificado los beneficios que aportarían estos vehículos: el precio de la tonelada/kilómetro se reduciría más de un 22%, se disminuirían las emisiones de CO2 (-305.000 ton.) y el impacto económico para la sociedad española superaría los 700 millones de euros anuales.
Hasta el momento Suecia es el gran referente en cuanto a la utilización de megatrucks, aunque Vassallo recordó que en estos momentos están en marcha diversos proyectos piloto en otros países europeos y animó al sector a plantearse esta alternativa “muy seriamente” en nuestro país.
 
En el estudio también se ha analizado el impacto que producirían en las infraestructuras las distintas configuraciones de megatrucks para determinar cuál de ellas se adapta mejor a las características de nuestro país. Las pruebas realizadas aconsejan camiones con el mayor número de ejes posible.
Según expuso Alejandro Ortega, el uso de vehículos 25,25 supondría un incremento del consumo del combustible (+33%) que se vería compensado con un aumento del 60% en la capacidad de carga. Además estima que la velocidad no debería superar los 85 km/h para que no se disparase el consumo y facilitar las maniobras.
El texto elaborado en la Universidad Politécnica concluye recomendando la puesta en marcha de un proyecto piloto para evaluar los efectos económicos, sociales y ambientales con mayor precisión.
 
Apoyo de la Fundación Francisco Corell
El acto también contó con la presencia de Miguel Ángel Ochoa de Chinchetru, presidente del Patronato de la Fundación Francisco Corell, quien reconoció que aunque quizás no es el mejor momento, “el sector no puede cerrar las puertas al futuro y deber seguir buscando formulas para impulsar la eficiencia”.
Por su parte Pere Pedrosa, presidente de ASTIC, recordó la importancia de apostar por el transporte para crecer tal y como han hecho los principales países de la Unión Europea. “Hay que abrir un debate sobre este tipo de vehículos, sin miedos, y llevar esta propuesta a la Administración española y a Bruselas porque pueden ser una buena herramienta de futuro”, aseguró Padrosa.
 
La Administración no se pronuncia
Manel Villalante, Director General de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento, que intervino en uno de sus último actos oficiales, se mostró partidario de no cerrar las puertas a la innovación, aunque evitó pronunciarse con rotundidad sobre la conveniencia o no de implantar vehículos de 25,25 m. en nuestro país.
Por último, abogó por crear un espacio común europeo en materia de carreteras, al igual que existe en el ámbito aéreo. “No tiene sentido que se estén planificando redes transeuropeas y que no se unifiquen las dimensiones y los pesos de los vehículos”, concluyó.
 
Diversidad de opiniones entre los empresarios
El acto de presentación reunió a un buen número de empresarios del transporte, que también quisieron mostrar sus puntos de vista sobre la implantación de este tipo de vehículos. Juan José Arnedo (ARMESA) alertó sobre la incidencia negativa que podrían tener sobre el empleo y aseguró que su uso obligaría a realizar costosas inversiones en infraestructuras públicas y privadas. También mostró sus dudas sobre su capacidad para reducir las congestiones de tráfico. Por último aseguró que la fiscalidad que tendrían que soportar estos vehículos sería más dura que la actual “para compensar la caída de las ventas”.
También tomó la palabra Arancha Mur de ANFAC, que manifestó su pleno apoyo a la utilización de estos megatrucks para tareas como el aprovisionamiento de las factorías y recordó la importancia de fomentar la competitividad en el sector del automóvil porque “si no las plantas se deslocalizan”.
Por último intervino Jesús Marco de MARCOTRANS, cuya compañía ya ha realizado algunas pruebas con este tipo de vehículos. En ellas ha quedado demostrado que “se consigue reducir los costes”, asegura. Pero considera  prioritario que Francia y otros países de nuestro entorno autoricen el uso de los 25,25 para poder realizar una apuesta firme.

Transporte 3 Brands

  • “Hay que abrir un debate sobre este tipo de vehículos, sin miedos, y llevar esta propuesta a la Administración española y a Bruselas”, Pere Pedrosa, Presidente de ASTIC.
  • El estudio recomienda la puesta en marcha de un proyecto piloto para evaluar los efectos económicos, sociales y ambientales con mayor precisión.
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