El propio presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, se está implicando al máximo para encontrar una solución positiva. El mandatario catalán ya ha contactado con los responsables de Anfac para intentar convencerles de que reconsideren su decisión y estén presentes en el salón.
Por su parte, Fira de Barcelona, organizadora del evento, también ha iniciado contactos con las empresas automovilísticas para tratar de convencerles, una por una, de los beneficios de asistir al evento. Los incentivos fiscales se han convertido en un de lo últimos reclamos para captar a las marcas, que podrían beneficiarse de una deducción extraordinaria del 15% en el impuesto de sociedades de los gastos generados por participar en la muestra.
La Asociación Nacional de Importadores de Automóviles y Camiones, Aniacam, se ha desmarcado de la postura de Anfac. Su presidente Germán López-Madrid, afirmó que "hay un grandísimo número de marcas" interesadas en acudir a la muestra.
