El proyecto legislativo, que apoyaron 431 eurodiputados, con 145 en contra y 76 abstenciones, pretende impulsar la transición del sector del automóvil hacia una economía circular mediante la reducción del impacto medioambiental vinculado a la producción y al tratamiento al final de la vida útil de los vehículos, y el refuerzo de la sostenibilidad de la industria del reciclado de vehículos en Europa. Las normas se aplicarán a todos los vehículos, con la excepción de los vehículos especiales, los vehículos diseñados y fabricados para su uso por las fuerzas armadas, la defensa civil, los servicios médicos de bomberos y emergencias, y los vehículos de interés histórico y cultural especial.
Las normas se aplicarán a todos los vehículos, con la excepción de los vehículos especiales, los vehículos diseñados y fabricados para su uso por las fuerzas armadas, la defensa civil, los servicios médicos de bomberos y emergencias, y los vehículos de interés histórico y cultural especial
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Mejora del diseño y uso de materiales reciclados
Los vehículos nuevos deberán diseñarse de manera que las instalaciones de tratamiento autorizadas puedan retirar fácilmente el mayor número posible de piezas y componentes, con vistas a su sustitución, reutilización, reciclado, remanufacturación o renovación, cuando sea técnicamente posible.
Los eurodiputados quieren que el plástico utilizado en cada nuevo tipo de vehículo contenga un mínimo del 20% de plástico reciclado en un plazo de seis años a partir de la entrada en vigor de las normas. También quieren que los fabricantes cumplan con un objetivo de al menos el 25% dentro de los 10 años posteriores a la entrada en vigor, si hay suficiente plástico reciclado disponible a precios no excesivos. También quieren que la Comisión introduzca objetivos para el acero y el aluminio reciclados y sus aleaciones, tras un estudio de viabilidad.
Normas más estrictas al final de la vida útil
Tres años después de la entrada en vigor de las nuevas normas, los fabricantes tendrían que cubrir el coste de la recogida y el tratamiento de los vehículos que han llegado a su fase final de vida útil (responsabilidad extendida). Los eurodiputados quieren una mejor distinción entre vehículos usados y vehículos al final de su vida útil, con una prohibición de exportación para aquellos al final de su vida útil.