En esta edición, la marca ha dado voz a quienes han dedicado su talento y esfuerzo a preservar la historia del transporte restaurando un Pegaso Comet.
La sección “El personaje del mes” de Historias en Carretera ha contado en esta ocasión con dos protagonistas que comparten algo más que nombre: una pasión por los vehículos clásicos y la voluntad de preservar la historia. Luis Francisco Gómez Montero y Luis Frutos, ambos trabajadores de la planta de IVECO en Madrid, han sido los encargados de devolver a la vida un Pegaso Comet con más de 50 años de antigüedad. El camión, que prestó servicio en el Ayuntamiento de San Fernando de Henares para el alumbrado público, se encontraba en muy mal estado, aunque, sorprendentemente, “aún era capaz de arrancar a la primera”.
Seis meses de trabajo
La restauración, que se ha prolongado durante seis intensos meses, ha implicado una labor meticulosa en tareas de soldadura, chapa y pintura. Mientras Luis Francisco se centró en la reconstrucción de los elementos metálicos, su compañero Luis Frutos fue el responsable del remate y la pintura, devolviendo al camión su esplendor original con una nueva combinación en blanco y rojo. Entre los mayores retos del proceso, ambos destacan “la reparación del paragolpes delantero, la trasera del vehículo y la reconstrucción completa de los laterales y el suelo de la carrocería”, todo ello realizado con materiales nuevos y fieles al diseño original.
A pesar de las muchas sorpresas provocadas por el óxido y el deterioro de varias piezas, los restauradores no escatimaron en esfuerzos ni en cariño para devolver al Comet su dignidad. “Cuando lo vimos salir por su propio pie de la fábrica, nos temblaba todo. No era un camión cualquiera, era parte de nuestra historia”, recuerda Luis Francisco.
“Cuando lo vimos salir por su propio pie de la fábrica, nos temblaba todo. No era un camión cualquiera, era parte de nuestra historia”
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Tanto es así que, tras completar la restauración, el camión fue conducido por sus propios medios desde la fábrica hasta su nuevo destino: una glorieta situada junto al recinto ferial de San Fernando de Henares, donde hoy se expone como pieza de museo al aire libre. Después de su restauración, el estado de este Pegaso Comet es impecable, y es que conserva su motor original y detalles tan auténticos como su matrícula histórica o su tapicería, que tal y como comentan nuestros protagonistas, “apenas requirió intervención”. El proyecto, realizado en paralelo a sus labores habituales en IVECO, ha sido una muestra de vocación y amor por los vehículos que han marcado una época. “Ha sido un privilegio trabajar en algo así”, afirman ambos. IVECO Pegaso