Las fuertes lluvias y tormentas han dañado las infraestructuras, afectando gravemente a la movilidad y operatividad de las empresas de transporte. “Están cortadas al tráfico multitud de carreteras, siendo Valencia y Castilla-La Mancha las zonas más dañadas. Hay cortes en la A-7, la A-3, A-35, N-232, N-330, N-3, V-11, V30, por lo que están afectados los accesos a Valencia desde Madrid y las vías que conectan Valencia con Alicante”, expone desde la CETM.
“Previsiblemente, esta situación generará retrasos significativos en la cadena de suministro, lo que podría tener repercusiones en sectores clave de la economía”, advierten. Solo la Comunidad Valenciana, representa cerca del 12% de la flota española de vehículos de transporte de mercancías, por lo que las pérdidas diarias podrían superar los cinco millones de euros.
La CETM ha informado a sus socios de la situación y ha hecho un llamamiento para que se evite cualquier desplazamiento en Valencia y también a otras zonas en alerta como Cataluña, Andalucía y Castilla-La Mancha. “Debido a la situación de emergencia, es necesario que se pospongan viajes o que se planifiquen rutas alternativas, siempre y cuando sea posible. Los clientes deben entender que, ante esta situación tan extrema, la seguridad de los conductores debe ser nuestra prioridad. Todos debemos poner la precaución y la seguridad por delante”, explican.
Llamamiento a las autoridades
LA CETM insta a las autoridades competentes a priorizar la rehabilitación de las infraestructuras afectadas y a implementar medidas de apoyo para los afectados.
Tal y como ha ocurrido en otras situaciones de emergencia, la Confederación también pide se exceptúe temporalmente el cumplimiento de las normas de tiempos de conducción y descanso para que los conductores profesionales afectados para facilitar el regreso a sus casas y el mantenimiento de la cadena de suministro.