El objetivo del proyecto WaVe es desarrollar un sistema de propulsión basado en hidrógeno para máquinas de trabajo y, de este modo, sustituir al motor diésel convencional. Se ha demostrado que los vehículos y las máquinas de trabajo propulsados por hidrógeno pueden utilizarse de forma muy similar al motor diésel actual con solo pequeñas modificaciones en los componentes del sistema de propulsión.
Dos prototipos
Un Unimog U 430 y un vehículo oruga han sido los protagonistas de este proyecto. Ambos están equipados con un motor adaptado especialmente para la propulsión con hidrógeno. En el Unimog, cuatro depósitos de alta presión de 700 bares con certificación TÜV contienen en total unos 13 kilogramos de hidrógeno gaseoso. El motor desarrolla unos 290 CV/1000 Nm, lo que lo hace comparable en potencia y par a una variante diésel de 300 CV.
Por su parte, el dumper sobre orugas alcanza valores similares con su motor de combustión de hidrógeno: la potencia del motor es casi idéntica y su tanque de combustible puede almacenar 14,5 kilogramos de hidrógeno a 700 bares. Este vehículo tiene una capacidad de plataforma de 16 metros cúbicos y puede transportar una carga útil de 30 toneladas métricas.
Una alternativa «rentable, práctica y con muy bajas emisiones»
Aunque este proyecto lleva en marcha solo tres años, después de numerosas pruebas, mediciones de emisiones y ajustes técnicos, estamos convencidos de que la combustión de hidrógeno para máquinas de trabajo con altos requisitos de potencia, tanto para la conducción como para el suministro de unidades auxiliares, es rentable, práctica y con muy bajas emisiones», asegura Franziska Cusumano, directora de Mercedes-Benz Special Trucks.
Por su parte, Armin Mörtlbauer, director general de Mörtlbauer Baumaschinen Vertriebs GmbH, también realizó un balancen muy positivo: “Hemos investigado y comprendido esta tecnología. Ahora tenemos la experiencia y los datos correspondientes. Sin embargo, para poder aplicarlos en la producción en serie, tenemos que avanzar aún más en este camino. Si el gobierno y la sociedad deciden seguir el camino de los motores de combustión de hidrógeno, estamos listos para hacerlo».