Las emisiones de CO2 de los camiones (incluidos los de recogida de basura, volquetes y hormigoneras) y autobuses tendrán que reducirse el 45% en 2030-2034, el 65% en 2035-2039 y el 90% a partir de 2040. Para 2030, los autobuses urbanos nuevos deberán recortar sus emisiones el 90%, hasta neutralizarlas a partir de 2035. También tendrán que bajar sus emisiones los remolques (7,5%) y semirremolques (10%) a partir de 2030.
Evaluación de la efectividad en 2027
La Comisión tendrá que efectuar una revisión detallada de la efectividad e impacto de la legislación para 2027. Deberá evaluar, entre otros aspectos, si aplicar las reglas a los camiones pequeños, el papel de una metodología para registrar los vehículos pesados propulsados por combustibles que no emiten CO2, así como el papel que tendría un factor de corrección de carbono en la transición hacia vehículos pesados de emisiones cero.
Electrificación e hidrógeno
“La transición hacia camiones y autobuses de cero emisiones no es solo clave para lograr los objetivos climáticos, pero también para disponer de aire más limpio en las ciudades. Ofrecemos claridad a una de las mayores industrias manufactureras de Europa y un incentivo importante para invertir en electrificación e hidrógeno”, ha asegurado Bas Eickhout, ponente del informe.
Los vehículos pesados son responsables de más del 25 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte por carretera en la UE y del 6 % del total de emisiones. Según la propuesta legislativa de la Comisión, reducir estas emisiones es esencial para lograr la neutralidad climática en la UE en 2050 y reducir la demanda de combustibles fósiles importados. reducción de emisiones