Las instalaciones, de casi 5.600 m2, cuentan con cámaras para la simulación de fríos y calores extremos, dos cámaras equipadas con dinamómetros capaces de simular una gran variedad de ciclos de trabajo, condiciones ambientales (desde -12°C a +52°C), altitudes de hasta 5500 m, simulación de pendiente y otras condiciones de carretera. El centro VET está preparado para trabajar con la mayoría de aplicaciones de vehículos comerciales de carretera, vehículos todoterreno y vehículos de defensa con ruedas. Gracias a esto, permite realizar pruebas con una amplia gama de sistemas de propulsión, incluidas las transmisiones convencionales, vehículos que usan combustibles alternativos, vehículos eléctricos, vehículos eléctricos híbridos y vehículos con pila de combustible de hidrógeno.
El VET de Allison permite evaluar y responder de forma inmediata a problemas en condiciones controladas que permiten aislar, probar y reproducir en tiempo real el entorno operativo que se desee. “El centro VET está equipado para ayudar a nuestros ingenieros, fabricantes de equipos originales colaboradores, empresas de fabricación de carrocerías, proveedores y dueños de flotas a innovar en sus vehículos, optimizar su rendimiento y acortar el tiempo que pasa hasta que pueden lanzar un producto al mercado, mediante la realización de pruebas de forma segura y confidencial en una única ubicación con un entorno controlado, independientemente de la estación del año”, apuntan desde Allison.