Por ello vuelve alertar sobre los peligros del intercambio de palets: circulan por todo el mundo pasando de mano en mano, expuestos a todo de sustancias y sin ningún control sanitario. “La paleta será afortunada si llega a su destino habiendo sorteado las manchas de aceite de motor o los restos de animales atropellados.”
[Lea la reflexión integra de ATFRIE sobre el intercambio de palets]
Desde la asociación insisten en que “todos, absolutamente todos, manipulamos objetos que han entrado en contacto con soportes de madera: los alimentos que consumimos de los supermercados, las bolsas de papel higiénico que comprábamos compulsivamente, las latas de refrescos que nos llevamos a la boca…, fueron transportadas en paletas de madera.”
ATFRIE concluye su comunicado invitando a la reflexión: “Ya lo sabe, cuando le dé un bocado a esa deliciosa fruta piense: ¿por qué se mantiene el sistema de intercambio de paletas? ¿Por qué no se prohíbe ese nicho de insalubridad?”