Así debe realizarse el transporte de animales vivos

Hay una polémica importante sobre el control del transporte de animales vivos (vertebrados y que tienen relación con una actividad económica) que se lleva a cabo en nuestras carreteras.

 
El carrozado de este tipo de vehículos requiere de mucha planificación y puede llegar a ser muy específica en relación con el animal a transportar y el tiempo de transporte. El objetivo final es respetar en todo momento el bienestar animal, evitando el sufrimiento a los animales y garantizar su seguridad.
El transporte por carretera de estos animales se rige principalmente por legislación europea (Reglamento (CE) 1/2005) y nacional (Real Decreto 542/2016) para regular las autorizaciones de transportistas y sus vehículos así como las condiciones de transporte. La normativa marca unos requisitos específicos en función del tipo de animal y unos genéricos que aplicamos a todos los vehículos con este tipo de carrozado.
 
¿Qué dicen las normativas?
Las carrocerías se construyen de manera que los animales pueden acceder y salir de forma sencilla, sin caer o escaparse. Las divisiones interiores donde se alojan deben asegurar una resistencia suficiente como para soportar los esfuerzos que se generan por el movimiento del animal y a su vez le deben permitir colocarse en diferentes posiciones e incluso, disponer de una cama para su descanso.
Existen tablas que recogen el espacio mínimo por tipo de animal que deben ser clave para optimizar el transporte y elegir por lo tanto el vehículo adecuado al número de cabezas a transportar.
Será necesario también, que los equipamientos que configuran la carrocería (rejas, paneles divisores, etc.) se puedan manipular fácilmente (en su caso) y permitan garantizar una adecuada ventilación en el transporte, su posterior limpieza y desinfección.
El piso de la carrocería se confecciona con propiedades antideslizantes y se equipa con un sistema que permite reducir las fugas de orina y excrementos. Para evitar que los animales se intoxiquen con el amoniaco de la orina y sus heces, será necesario asegurar una correcta ventilación del espacio (caudal mínimo de 60 m3/ h por Kg de carga útil del vehículo), con una autonomía de 4 horas sin depender del motor del vehículo.
De la misma forma este tipo de carrozados incluye un sistema de iluminación para facilitar la inspección, carga y descarga de los animales.
Como no puede ser de otra forma, los animales disponen de un sistema que les proporciona agua al instante en cualquier momento del viaje (accesible a todos), lo que implica que para viajes largo se deba instalar un depósito de agua de, al menos, equivalente al 1,5% de la carga útil máxima del vehículo.
Estos pueden ser a grandes rasgos las características principales de los vehículos que transportan ganado, lo que nos hace pensar que una carrocería que se  diseñe para transportar diferentes tipos de animales tiene una carga de ingeniería muy importante.
 
La temperatura, entre 5º y 30º C
Desde esta colaboración hemos de recordar al lector que existe la obligación de respetar que en todo momento del viaje, el espacio del animal se encuentre en un intervalo de entre 5º y 30º C. Para ello será necesario instalar algún sistema de control de temperatura así como contar con un registro de estos datos. El conductor del vehículo deberá recibir alguna señal que le indique que algún límite de temperatura se ha superado y disponer de los medios para revertirlo. En función de la época del año y de los lugares por los que discurra el transporte es posible que sea necesaria la instalación de equipos de ventilación de producción de frio/calor. Es importante incidir en que estos registros de datos se requieren fechados y pueden ser exigibles por la autoridad competente cuando lo solicite.
Para todos los implicados en este tipo de transporte debe estar muy presente que el comportamiento dinámico de los vehículos para el transporte de animales vivos es complejo debido a la capacidad de la mercancía de generar reacciones inesperadas.
Como conclusión, cabe remarcar que el hecho de no utilizar el vehículo adecuado y no respetar las normas de este tipo de transporte puede estresar a los animales y generar, como poco, reacciones para las que no se ha diseñado el vehículo y poner en riesgo también la seguridad de todos los conductores.

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Salvador Nuñez Bustos
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  • El comportamiento dinámico de los vehículos para el transporte de animales vivos es complejo debido a la capacidad de la mercancía de generar reacciones inesperadas.
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