El estudio tiene su fundamento en un principio básico: Economía. Los vehículos industriales son, para las empresas que los explotan, activos que representan una inversión que debe tener su correspondiente retorno. Cuanto más ajustado sea su coste de adquisición, y más bajo su coste de explotación, más alto y rápido será el beneficio a lo largo de su vida operativa.
Sólo un profundo conocimiento de las necesidades del cliente, del tipo de producto a transportar y de los materiales idóneos para cada uso, determinan en cada caso el vehículo más adecuado para el transporte de productos destinados a la obra pública y construcción, tanto por carretera como fuera de ella.
