Durante su exposición, Ghosn destacó que principal el reto del directivo consiste en saber extraer el máximo rendimiento al potencial que aporta la diversidad de nacionalidades, culturas y experiencias, en el actual contexto globalizador. Esta forma de dirección internacional, en la que participan equipos profesionales de distinto perfil, favorece la innovación y el intercambio de ideas, añadió. En este sentido, calificó de ineficaces las fusiones entre empresas, porque suponen la imposición de un modelo de gestión y la desaparición del otro y, por tanto, la pérdida de todo el know-how adquirido.
Ghosn señaló el acuerdo entre Renault y Nissan como ejemplo de alianza entre dos grupos multinacionales que comparten una misma estrategia de crecimiento, por lo que trabajan conjuntamente, pero respetando sus respectivas identidades. Dicha alianza basa su fuerza en la compenetración entre ambos socios. Desde la firma del acuerdo, fechada en Marzo de 1999, se han formado grupos de trabajo conjunto destinados a potenciar la presencia comercial, la complementariedad de productos y la reducción de costes, así como maximizar la utilización conjunta de recursos técnicos e industriales y potenciar la innovación en el sector de la automoción. Nissan ocupa un destacado lugar entre los principales fabricantes de vehículos en el mundo, con una producción aproximada de 2.700.000 unidades/año.
