Sainz dedicó unas palabras de agradecimiento a Citroën, último equipo al que perteneció, por la organización del acto. A su vez, quiso homenajear al pueblo de Madrid con una espectacular exhibición de pilotaje a los mandos del Citroën Xsara WRC. Parte de esta exhibición la hizo en compañía del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, que en el puesto de copiloto vio los más emblemáticos monumentos de la capital en ángulos y a velocidades inéditas.
Además del alcalde, cuyo Ayuntamiento apoyó la organización del acto, Sainz estuvo arropado por importantes autoridades y compañeros de las distintas escuderías por las que ha pasado a lo largo de su carrera deportiva. El director general de Automobiles Citroën, Claude Satinet, la consejera delegada y directora general de Automóviles Citroën España, Magda Salarich, y el director de Citroën Sport, Guy Frequelin, escucharon unas emocionadas palabras de agradecimiento por parte del piloto madrileño.
Uno de los momentos estelares de la jornada fue la aparición en la pista del Citroën Xsara WRC, pilotado por el actual Campeón del Mundo de Rallies, Sébastien Loeb. Pero la apoteosis llegó cuando también Carlos Sainz se puso a los mandos de su Xsara WRC. El madrileño hizo disfrutar a los aficionados con su evolución por el circuito, entre otras cosas, por derrapajes imposibles de ver un día normal en el centro de la capital, convertido por unas horas en un auténtico tramo del Mundial de Rallies. También se ofreció una exhibición de conducción deportiva en C2 Super 1600, a cargo de Daniel Sordo, piloto de Citroën y flamante campeón del Rallye de Madrid.