Una vida salvada, un verano con menos muertos que el anterior, una curva cuyo trazado se mejora, una ambulancia que siempre llega a tiempo» Para reivindicar esa «cara oculta», la Asociación Española de la Carretera (AEC) instauró en 1966 sus Medallas de Honor. Desde entonces, la AEC ha mantenido el espíritu de sus Medallas y ha seguido distinguiendo a las personas e instituciones que contribuyen a hacer de la carretera un medio de progreso y desarrollo. Este año, la Asociación ha entregado 37 galardones. Entre ellos hay una Medalla de Oro, una al Mérito Internacional, y seis Medallas con Mención Especial.
Cuando se cumple el 150º Aniversario del nacimiento de la Ingeniería Técnica Obras Públicas, este colectivo recibe la Medalla de Oro de la Carretera, el galardón más importante de la AEC. Desde que la Reina Isabel II creara en abril de 1854 el Cuerpo de Ayudantes de Obras Públicas, estos profesionales han desempeñado un papel decisivo en la mejora continuada que las infraestructuras españolas vienen experimentado durante toda la segunda mitad del siglo XX. Felipe Ruiz Nogales, presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, se encargó de recoger el galardón en representación de todo el colectivo.
La ceremonia, celebrada en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, estuvo presidida por Miguel María Muñoz, presidente de la AEC, acompañado por Dana E. Low, presidente Mundial de la Federación Internacional de Carreteras (IRF); Pere Navarro, director general de Tráfico; Fernando Hernández Alastuey, subdirector general de Construcción de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento; Luis Armada, viceconsejero de Infraestructuras y Transportes de la Comunidad de Madrid; Rogelio Martínez, general jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil; Carlos Payá, presidente de Cruz Roja de Madrid, y Edelmiro Rúa, presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
