Este estudio considera que la demanda es uno de los factores clave porque para rentabilizar cualquier inversión es necesario tener una demanda mínima. En este sentido, recomienda que las inversiones más importante deberían de ser aquellas que se acometan en los principales corredores del país, donde se encuentran las vías que soportan un mayor flujo de tráfico. "Una actuación en una vía con tráficos muy bajos sería mas difícil de justificar desde el punto de vista de la eficiencia social", aseguran.
Retorno de la inversión
Cualquier tipo de obra pública supone una inversión elevada por ello en este análisis se incide en la importancia de calcular con precisión los tiempos de retorno de las inversiones. En este sentido, destacan que las inversiones más necesarias tienen menores periodos de retorno que otras inversiones socialmente menos rentables. Se pude decir que el periodo de maduración de una infraestructura dependerá de la necesidad real de la misma.
Los resultados dependen en gran medida del tipo de actuación planteada, aunque todas ellas tiene algo en común: tanto el tiempo de viaje como la reducción de combustible son los aspectos que más influyen en el beneficio final.
Reducción de los costes operativos
El estudio también ha profundizado en el impacto que tiene las diferentes actuaciones en los costes de las empresas de transporte de mercancías por carretera. Según las estimaciones de esta cátedra, el ahorro puede alcanzar hasta el 80%. Teniendo en cuenta que el combustible representa casi el 40% del total de los costes operativos de una empresa de transporte, cualquier infraestructura que haga posible una disminución del consumo tendrá una notable repercusión.
Madrid-Levante: 30 millones de ahorra cada año
Para medir el impacto que supone no tener el mejor trazado posible, el informe ha analizado la ruta entre Madrid y Levante. Se ha llegado a la conclusión de un mejor diseño habría permitido que un vehículo pesado de 40 toneladas de MMA redujese un 11,1% su consumo de combustible.
Dicho de otro modo, con un mejor trazado las empresas del sector habrían dejado de consumir casi 24 millones de litros de gasóleo cada año, lo que hubiese supuesto un ahorro de más de 30 millones de euros anuales. Además se habría evitado la emisión de más de 60.000 toneladas de CO2.
Los responsables de este estudio consideran que si estas actuaciones fuesen más allá de un solo corredor, los ahorros de tiempo y combustible se mejorarían notablemente. Los profesionales del transporte conseguirían un notable beneficio, pero también lo obtendría el conjunto de la sociedad, que podría disfrutar de una mayor calidad medioambiental.
Resultados de las pruebas realizadas en el corredor Madrid-Levante
Según este estudio, los vehículos pesados habrían ahorrado solamente en el año 2011:
– 23 Millones de litros de combustible
– 30 Millones de Euros para el sector
– 62.874 toneladas de CO2, 1.656 toneladas de NOx y 55 toneladas de PM10
"Entorpecer al transporte por carretera es un lastre para la economía"
Umberto Pretto, secretario general de IRU, participó en la presentación del informe. Aseguró que "cada entorpecimiento o lastre sobre el transporte por carretera es un aún mayor lastre para le economía en su conjunto." y señaló que
"infraestructuras inadecuadas producen “handicaps” para las operaciones, especialmente en los países periféricos."
Además recordó que el transporte profesional por carretera ya no es meramente un modo de transporte más, en el mundo globalizado de hoy "es una herramienta vital de productividad en cualquier cadena logística de suministro y trae consigo progresos económicos, sociales y medioambientales por todo el mundo".
Planificar para crecer
La cátedra Amelio Ocho de Universidad Politécnica de Madrid ha elaborado un estudio en el que analiza la importancia de la planificación del transporte y de sus infraestructuras para conseguir un desarrollo económico.
