Plantando cara al frío

Las bajas temperaturas puedan causar desagradables sorpresas

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La conducción de un camión en el invierno puede ser un reto incluso para los conductores más experimentados. Además de tomar las máximas precauciones al volante, es muy importante pasar por el taller para realizar una revisión de los puntos más sensibles a la lluvia y las bajas temperaturas. El inicio del invierno no ha sido especialmente crudo, pero no hay que bajar la guardia para evitar sorpresas desagradables en los momentos más inesperados.
 
Neumáticos de nieve. En nuestro país las nevadas no son muy habituales, pero siempre que se transita por rutas donde la nieve pueda hacer acto de presencia es recomendable emplear este tipo de neumáticos para elevar al máximo el nivel de seguridad. Todos los fabricantes incluyen en sus catálogos este tipo de 'gomas', que son obligatorias en algunos países del centro y del norte de Europa.
Continental ofrece la gama Scandinavia, que presentan una característica muy especial: en el transcurso de su vida útil, estos modernos neumáticos de invierno para el eje de dirección y el eje del tráiler cambian su dibujo, debido a su banda de rodadura de dos fases. A medida que se va desgastando, van desapareciendo las laminillas, el dibujo de la banda de rodadura se convierte en un neumático de verano gracias a la presencia de un contenido de caucho considerablemente mayor, que se comporta el resto de su vida como un neumático para semirremolque convencional.
 
Proteger el motor. En los camiones, al igual que en los turismos, es fundamental el uso de líquidos anticongelantes para no evitar sorpresas desagradables. Las averías en el motor suelen ser costosas y la sustitución del líquido refrigerante es una tarea sencilla, que supone un periodo de inmovilización breve.
 
Revisar el estado de la batería. Cuando bajan las temperaturas, las baterías suelen dar síntomas de debilidad si su estado no es óptimo. En invierno, más que nunca, hay que ser precavido y tener energía suficiente para arrancar y mantener un nivel adecuado de tensión de alimentación en los sistemas eléctricos y electrónicos del vehículo.
En estos meses invernales se produce una demanda mayor de energía (usos de calefactor auxiliar, TV, ordenador, horno, etc), que incluso puede llegar a agotar las baterías e imposibilitar el arranque del vehículo tras la parada.
Para poder realizar estas funciones con éxito, el paso por cualquier taller permite comprobar que las baterías son capaces de recuperar y mantener su energía en todo momento.

  • Es recomendable pasar por el taller para que el frio no se convierta en un peligroso enemigo.
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