Sube el IVA

Más piedras en el camino

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El incremento del IVA vuelve a poner a prueba a un sector sobre el que no dejan de sobrevolar amenazas en forma de impuestos.
 
Aún es pronto para precisar las consecuencias negativas que el incremento del IVA tendrá para el sector, pero las habrá. En primer lugar, el combustible, que en la actualidad ya casi representa casi el 40% de los costes de explotación de una empresa, pasa de del 18% al 21%. Este incremento de tres puntos en una partida estratégica puede provocar un agujero en la delicada tesorería de las compañías del sector.
Los peajes también han incrementado el IVA en la misma proporción. En este caso el salto del 18% al 21% afecta principalmente a aquellas compañías del sur de la península dedicadas al transporte internacional. Desde algunas asociaciones advierten de que en algunos casos, el tráfico puede desviarse hacia carreteras secundarias provocando un incremento de la inseguridad y de la siniestralidad.
Además, en el caso de los peajes es muy posible que, al igual que sucedes habitualmente, a comienzos del próximo ejercicio los precios vuelvan a incrementarse por la actualización del IPC.
 
Una noticia muy negativa
Desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) se muestran "comprensivos" con las medidas tan duras adoptadas por el gobierno de Mariano Rajoy. A su juicio la gravedad de la situación económica y las presiones de la Unión Europea han sido la clave. Pero no comparte todas ellas. La aprobación de la subida del IVA es "una noticia tremendamente negativa porque supondrá un nuevo y duro varapalo para el consumo al reducirse la capacidad adquisitiva de todos los ciudadanos, con la consiguiente reducción de la actividad económica en general y de la prestación de nuestros servicios de transporte en particular". Además, consideran que la aprobación de esta medida agravará aún más las grandes diferencias ya existentes entre los distintos regímenes fiscales que conviven en el sector.
 
Envejecimiento de la flota
Desde la Asociación Nacional de Fabricante de Automóviles y Camiones (ANFAC) estiman que la subida del IVA tendrá como consecuencia una caída de las ventas de vehículos y por consiguiente un envejecimiento del parque automovilístico.  En el caso de las flotas de industriales pesados es posible que no se alteren sustancialmente los ritmos de renovaciones de flotas, que ya vienen descendiendo durante los últimos años. Sin embargo en el ámbito de los autónomos este nuevo obstáculo les llevará a pensarse mucho más la adquisición de un nuevo vehículo.
 
Un sinfín de cargas ….fiscales
El transporte por carretera es el modo que cuenta con una mayor cuota de mercado y también el que soporta una mayor carga fiscal. A juicio de José Manuel Vasallo, Profesor de Transportes de la ETS de I. de Caminos (UPM), "la fiscalidad específica del transporte por carretera supone una cierta discriminación". Según explicó durante su intervención en la jornada organizada por la Asociación Española del Transporte (AET), la carretera paga mucho más de lo que recibe, mientras que las inversiones destinadas a potenciar el ferrocarril superan con creces a su aportación a las arcas estatales. Vasallo se muestra contrario a que el transporte por carretera financie directa o indirectamente a otros modos y apostó por buscar un equilibrio modal con una homogeneidad a nivel fiscal.
Rafael Barbadillo, presidente del Consejo de Transporte de la CEOE, explicó que con los 10.000 millones que la carretera paga en impuestos de hidrocarburos anualmente se podrían cubrir todas las inversiones presupuestadas para el ejercicio 2012 en el ámbito del transporte terrestre. Además calificó como "injusto" que otros modos sigan sin pagar impuestos por su consumo energético.
Por todo ello considera innecesario y alarmante que se esté estudiando la posibilidad de implantar nuevas cargas, como el Céntimo Verde (supondría un incremento de 5 céntimos por litro de combustible) o la Euroviñeta. "La carretera permite recaudar de un modo muy rápido y por eso siempre la miradas se dirigen hacia nosotros", lamentó.
 
 
Otra amenaza latente
La Euroviñeta es una amenaza latente para el sector y desde hace años lo sobrevuela a mayor o menor distancia. En este momento parece que Fomento no tiene intención de transponer esta directiva y las únicas presiones para que suceda lo contrario llegan desde las empresas constructoras y concesionarias, que consideran imprescindible la implantación de la Euroviñeta porque, a su juicio, "sería una oportunidad para reestructurar el sector del transporte". Juan Lazcano, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción, aseguró recientemente que este impuesto comunitario proporcionaría un modo estable de financiación de infraestructuras. Según su planteamiento, el sistema debería ser el mismo en todo el país y se pagaría en función de la distancia recorrida. Además ofreció a la Administración la posibilidad de contar con el apoyo de la iniciativa privada para llevar a cabo la implantación.
Bruno de la Fuente, Director General de la Asociación de Sociedades Españolas Concesionarias de Autopistas, Túneles, Puentes y Vías de Peaje, se manifiesta en unos términos similares. "La Euroviñeta es inevitable", afirma. De la Fuente considera necesario definir un nuevo modelo de financiación de las infraestructuras, según el cual todos los vehículos tendrían que pagar por su uso.

  • La subida del IVA supone un nuevo obstáculo para las empresas de transporte. En unos meses se podrá valorar su impacto con más precisión.
  • El combustible ya supone casi el 40% de los costes de explotación de las empresas.
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