El hecho de que el PIVE no exija la titularidad del vehículo por un tiempo determinado – a diferencia de lo que sucedía con el histórico Plan Prever- está llevando a algunos particulares a aprovechar esta fórmula totalmente legal para hacerse con una ayuda más que interesante para sacar adelante la compra de un vehículo nuevo o usado de hasta un año.
Y es que las cuentas salen: aunque a los 2.000 euros del PIVE haya que restarles lo invertido en el coche antiguo y los gastos del cambio de titularidad, los particulares siguen beneficiándose de una ayuda cercana a los 1.700 euros, a la que habría que sumarle las promociones acumuladas de hasta 4.000 euros por automóvil que están ofreciendo ya algunas marcas y concesionarios.
Según el director general AutoScout24, Gerardo Cabañas, «en contextos adversos es cuando el particular va más allá y no deja de sorprendernos. Estamos ante una compra inteligente y racional en la que el comprador pone todas las herramientas legales a su alcance para conseguir cambiar de coche al mejor precio, evaluando todas las variables en juego, incluso la fiscal».
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