Una reforma laboral realizada en Estados Unidos obligará a los conductores del sector del transporte a trabajar un máximo de 14 horas diarias, incluyendo dentro de este tiempo las necesarias labores de carga y descarga o los repostajes en las gasolineras, lo que les sujeta a un descanso de 10 horas. La modificación de la norma en este país es la más importante que se realiza en el marco legislativo de nuestro ramo desde 1939, y afectará a un colectivo que factura 571.000 millones de dólares anuales.
De esta manera se pretende reducir la fatiga de los conductores y reducir considerablemente el número de accidentes de tráfico. Asimismo, se espera generar una mayor contratación de conductores. El lado opuesto, esta medida podría incrementar las tarifas en el trasporte entre un 4% y un 7%.