El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha acordado con Alberto Cortina y Carlos Pérez de Bricio, presidentes de Repsol-YPF y Cepsa, respectivamente, buscar nueva ubicación para doce gasolineras que, por su localización, pueden interferir en la circulación o el tránsito peatonal de la capital. La Gerencia Municipal de Urbanismo ha realizado un análisis del impacto de cada una de estas y sólo se reubicarán aquellas que originan más trastornos, buscando un equilibrio entre el servicio que prestan y los perjuicios que provocan, a fin de encontrar una solución satisfactoria, como se ocupó de señalar Ruiz-Gallardón.
Actualmente operan en la ciudad 53 unidades de suministro de combustible. Con el paso de los años, algunas de ellas, especialmente las situadas en la almendra central, afectan a la circulación por estar situadas cerca de intersecciones o accesos a aparcamientos o por existir pocos carriles o aceras estrechas. “El convenio pretende”, dijo el alcalde, “buscar emplazamientos que ayuden a paliar el impacto urbanístico de estos surtidores respetando, al mismo tiempo, los derechos económicos de las compañas”.