La implantación de este sistema será voluntaria y los países que lo apliquen deberán invertir un 15% del importe recaudado en proyectos transeuropeos de transporte. El resto se destinará al desarrollo del sector. Algunos estados miembros adoptarán la norma antes del verano y tendrán dos años para incorporarla a sus respectivas legislaciones nacionales.
El ministro de Fomento, José Blanco, ha reiterado en diversas ocasiones que no se implantará en nuestro país a corto plazo. Las ubicación periférica de España e Italia les convierte en los granes perjudicados. En el lado opuesto se sitúan Alemania, Austria y Francia, que ven en esta fórmula una buena medida para limitar los problemas de congestión y medio ambiente.
Esta subida se debe a que los estados miembros podrán tener en cuenta al calcular las tarifas los costes de construcción y mantenimiento de las carreteras, como hasta ahora, y también los del ruido y la contaminación. Los países de la UE pueden aumentar o reducir estas tarifas para incentivar la circulación de camiones durante las horas de bajo tráfico rodado o evitar la acumulación de vehículos en horas punta. Sin embargo, las tarifas más elevadas, que pueden alcanzar un 175% por encima de la media, sólo podrán aplicarse durante cinco horas al día.
Más información: Ministerio de Fomento