Los modernos sistemas de inyección de alta presión han permitido que los vehículos diesel sean cada vez más ahorrativos, potentes, ágiles y respetuosos con el medio ambiente mediante el uso de un combustible limpio de impurezas y agua. Por ello, es necesario utilizar filtros de buena calidad y adaptados al motor concreto de que se trate. Desde hace más de 70 años, los fabricantes de automóviles recurren para el primer equipamiento de sus vehículos a los filtros de combustible Bosch. La casa alemana los ha ido mejorando paralelamente al desarrollo de sus modernos componentes para sistemas Diesel.
De este modo se puede alojar una gran superficie filtradora en un espacio muy reducido. Los materiales de filtrado son resistentes a combustibles agresivos y estables a la presión. Además, el medio filtrante está fabricado en una doble capa de fibras de celulosa y de material plástico, que retiene incluso las más pequeñas partículas de suciedad. De este modo, se previene el desgaste prematuro, especialmente de la bomba y de los inyectores, evitando que las partículas de suciedad produzcan daños. Para ello, es necesario un filtrado lo más fino posible antes de que éste llegue al sistema de inyección.
