Desde la CETM aplauden el posicionamiento del Gobierno español en contra de esta reforma de la Euroviñeta y las mejoras obtenidas (camiones Euro 5 y Euro 6 exentos del pago de esta nueva parte de la tasa hasta el 1 de enero de 2014 y el 1 de enero de 2018, además al cumplirse los citados plazos, sólo pagarán uno (en vías interurbanas) y dos (en vías suburbanas) céntimos de euro por kilómetro recorrido, y no los dos y tres céntimos previstos»)
A pesar de todo, mantienen su firme posición de total oposición a la puesta en marcha de la misma porque consideran que «las empresas de transporte ya cubren sobradamente los costes externos de congestión y contaminación que generan y su implantación tendría efectos negativos inmediatos en la competitividad de toda la economía española, como consecuencia de nuestra situación periférica».
Desde la Confederación consideran que es una medida tremendamente discriminatoria e injusta» y aseguran que no permitirán «una financiación cruzada encaminada a que modos de transporte menos eficientes compitan con la carretera en situación de ventaja».
Por su parte la Unión europea de Transportistas por Carretera (UETR) (de la que forma parte Fenadismer) se ha mostrado «profundamente decepcionada».
Consideran que la propuesta inicial prevista, se ha visto modificada a favor de la postura belga. «De este modo ahora los Estados miembros pueden establecer una mayor carga y gravamen sobre las infraestructuras», afirman.
La UETR también ha asegurado que si no se adopta una decisión clara respecto a la finalidad o destino de los ingresos obtenidos por la tarificación de infraestructuras, los ingresos pueden continuar destinándose a las infraestructuras viarias, en los términos establecidos por la Directiva de la Euroviñeta II, cuando el objetivo final para los transportistas por carretera es que ese dinero se reinvierta en el propio sector.
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