Entre ambas compañías en 2008 sumaban 484 vagones y cuatro campas, y transportaron 200.000 vehículos al año, lo que supuso un 27% de la cuota de mercado por ferrocarril. Esta adquisición supone, por tanto, el refuerzo de la posición estratégica de Renfe para el transporte de automóviles.
Esta adquisición refuerza su posición estratégica para el transporte de automóviles. Al igual que en Francia o en Alemania, el objetivo es establecer un modelo donde una operadora de propiedad pública gestiona operadores logísticos propios para facilitar la llegada al cliente final.
Esta operación fue aprobada por el Consejo de Administración de Renfe el 28 de julio de 2009, pero no fue hasta el pasado 29 de enero cuando recibió el visto bueno del Consejo de Ministros.
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