El informe de esta compañía, que movió cerca del 40% de los vehículos de segunda mano que se comercializaron en España el pasado año, explica que la coyuntura actual, que ha llevado a la pérdida de casi 140.000 empleos autónomos en los últimos doce meses, está obligando a este colectivo a deshacerse de los que, hasta ahora, eran sus vehículos de trabajo.
De esta forma, los trabajadores por cuenta propia, que componen uno de los sectores sociales más desprotegidos desde el punto de vista empresarial y laboral en España, están recurriendo al mercado de segunda mano con el objetivo de vender un vehículo ya innecesario, o bien conseguir dinero rápido ahora que el acceso a la financiación representa el principal problema para la supervivencia de sus negocios.
En este sentido, los trabajadores autónomos que están colgando el cartel de “se vende” son aquellos que se dedican a pequeñas reparaciones o reformas (fontaneros, electricistas, carpinteros o albañiles), cuidadores sociales de enfermos o ancianos, así como los que trabajan para el sector del transporte ligero de mercancías, que han visto reducido su volumen de trabajo o se han visto abocados a echar el cierre de sus empresas.