En 2019 el valor de nuestras exportaciones al país británico se situó en cerca de 19.000 millones de euros; un año después este valor bajó a poco más de 16.000 millones; en 2021 -el 1 de enero de este año concluye el periodo de transición del Brexit- nuestras exportaciones superaron los 16.800 millones de euros. En 2022 este valor creció por encima de los 22.000 millones y en 2023 superó los 24.000 millones. El Informe Anual de Comercio Exterior 2024 (COMEX) aún no está disponible, pero las previsiones de la patronal del transporte internacional por carretera apuntan a que se alcanzará una cifra muy similar a la del año anterior.
Reino Unido continúa siendo el quinto destino receptor de nuestras mercancías con un tránsito semanal aproximado de 9.000 viajes de camiones españoles
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Reino Unido continúa siendo un mercado clave para nuestras exportaciones de bienes, situándose como el quinto destino receptor de nuestras mercancías en 2023 (6% del total), por detrás de Francia (16%), Alemania (11 %), Italia (9 %) y Portugal (9 %). Según datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa de España, las principales categorías de mercancías exportadas al Reino Unido son alimentación, bebidas y tabaco; seguida del sector del automóvil (tanto vehículos como componentes); y productos químicos (orgánicos, farmacéuticos y otros).
«Un lustro después del Brexit, el Reino Unido continúa siendo estratégico para nuestro comercio gracias, entre otros factores, a la resiliencia, competitividad, experiencia y conocimiento especializado de las empresas que componen nuestra cadena de suministro. Compañías que ayudan a posicionar nuestras mercancías en el país británico y que han sabido adaptarse con éxito a la nueva realidad, incluyendo nuestras empresas transportistas, una pieza imprescindible teniendo en cuenta el tránsito semanal aproximado de 9.000 viajes de camiones españoles a tierras británicas», explica Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de ASTIC.
«La profesionalidad, flexibilidad y know-how de nuestra cadena de suministro ha conseguido que nuestra maquinaria exportadora no pierda fuelle: las relaciones comerciales bilaterales entre ambos países muestran un superávit comercial histórico a favor de España»
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Comienzos difíciles
«Tras unos comienzos difíciles, marcados por el alto nivel de desconcierto e incertidumbre y agravados por la irrupción del Covid, que provocaron un incremento significativo de los trayectos en vacío y nuevas normativas administrativas que elevaron los costes operativos, llevando incluso a algunas empresas transportistas a abandonar las rutas hacia el Reino Unido, el transporte de mercancías por carretera entre ambos países comenzó a estabilizarse», recuerda Valdivia, miembro del Comité Ejecutivo de Presidencia de la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU).
A finales de 2020 y comienzos de 2021 se produjeron largos atascos de camiones en varios puertos de la costa sur de Inglaterra y cerca de la ciudad norteña francesa de Calais. El motivo fue, además de un número reducido de transbordadores para la travesía a la isla, el esfuerzo de control adicional de los trámites administrativos de aduanas y declaraciones de seguridad, necesarios desde la salida definitiva de los británicos de la UE.
Las nuevas normativas aduaneras (controles, declaraciones obligatorias, certificados sanitarios y fitosanitarios, certificados de seguridad, etc.) han obligado a incrementar la formación de los profesionales
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Con el Brexit, el Reino Unido ha abandonado el mercado único y la unión aduanera por lo que el transporte ya no se considera un suministro intracomunitario y se trata como exportaciones a un tercer país. Por lo tanto, se requiere una declaración aduanera de exportación para cada envío de mercancías. Esto ha vuelto más complejos los procesos de importación y exportación. Las nuevas normativas aduaneras (controles, declaraciones obligatorias, certificados sanitarios y fitosanitarios, certificados de seguridad, etc.) han obligado a formarse adecuadamente tanto a los profesionales que gestionan el flujo de mercancías entre el Reino Unido y la UE como al propio personal que transporta la carga; en nuestro caso, los conductores de camión. Profesionales imprescindibles que representan el último eslabón de la cadena logística.