Estas ayudas tenían como objetivo que las empresas transportistas pudieran adquirir hasta dos soluciones de modernización en función de su tamaño y tipo de actividad. Se podían destinar a la instalación del nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación, a la implantación del documento de control electrónico o de sistemas .IMS y ERP, así como a la actualización de sistemas de gestión a la explotación de las empresas de transporte de viajeros, entre otros. Un total de 241 proveedores de soluciones de modernización que se adhirieron a este programa.
Una vez cerrada la convocatoria de ayudas, tan solo se han repartido 48,9 millones, lo que supone menos de la mitad el presupuesto total. Solo en cuatro comunidades autónomas (Asturias, Galicia, Navarra y La Rioja) han agotado los fondos asignados por el Ministerio de Transportes. El resto ha tenido que devolverlos.
De los más de 8.300 solicitantes presentados, la mitad eran transportistas autónomos, y la principal ayuda demandada ha sido para la instalación del tacógrafo inteligente de segunda generación
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En cuanto al perfil de los solicitantes, de las 8.389 empresas que han participado en esta convocatoria de ayudas, más de la mitad (4.612) eran de transportistas autónomos, y mayoritariamente del sector del transporte de mercancías. A diferencia de las de las ayudas destinadas a la renovación de flotas también promovidas por el.Ministerio de Transportes, en este caso las ayudas destinadas al sector del transporte de viajeros apenas han representado un 5% del total.
La mayoría de los solicitantes han destinado estas ayudas a la instalación del nuevo tacógrafo digital de segunda generación.
Desde Fenadismer consideran que «el balance no puede ser considerado satisfactorio». Se muestran decepcionado por el escaso numero de solicitudes presentadas para conseguir una ayudas específicas para el sector.
