El Paquete de Movilidad incluyó, entre otras medidas legales, la introducción desde agosto del pasado año del nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación para los vehículos de primera matriculación. Ahora llega otra fecha clave: el 31 de diciembre de 2024.
Antes de esa fecha, todos los camiones que lleven instalado un tacógrafo analógico o digital no inteligente (los anteriores a junio de 2019) y realicen transporte internacional tendrán la obligatoriedad de instalar un tacógrafo inteligente de segunda generación. Este plazo se amplía 8 meses más para los vehículos que lleven instalado un tacógrafo inteligente de primera generación.
En este sentido, el Consejo General de la Unión Europea de Transportistas (UETR), de la que forma parte FENADISMER, ha analizado el estado de situación de esta cuestión y ha mostrado su preocupación a las autoridades europeas por el escaso número de vehículos afectados que estarían llevando a cabo el proceso de sustitución de sus tacógrafos. A falta de poco más de cinco meses, solicitan una actuación coordinada por parte de todos los Estados miembros en caso de que se acuerde “una relajación temporal” en la imposición de sanciones en caso de no haber llevado a cabo el retrofit antes de la fecha límite.
Entre 1.500 y 2.000 euros
Según estimaciones oficiales, el número de vehículos afectados rondaría el millón en toda Europa, de los que 130.000 corresponderían a la flota española.
Respecto al precio que están aplicando los talleres autorizados por la instalación el nuevo tacógrafo, según la información facilitada por las diferentes asociaciones nacionales pertenecientes a UETR, el importe medio a abonar por vehículo oscilaría entre los 1500 euros, como es el caso de España, Italia o Francia, y hasta los 2.000 euros como es el caso de Bélgica o Alemania, aunque en otros del Este de Europa el precio es sensiblemente inferior.
La sustitución del tacógrafo, lo antes posible
FENADISMER sigue insistiendo a todos los transportistas en su recomendación de planificar lo antes posible la sustitución del tacógrafo, con el fin de evitar posibles retrasos por falta de componentes o sobrecarga de trabajo de los talleres especializados, y de este modo evitar la paralización de su flota en transporte internacional a partir del próximo mes de enero.