Esta prueba realizada con un BYD ETH8 tenía como objetivo conocer de primera mano el rendimiento, la eficiencia y la adaptabilidad del camión en entornos urbanos. A la hora de programar las rutas diarias se puso énfasis en maximizar la carga útil y el espacio de carga. Cada día, este camión eléctrico completó varias rutas con entre 10 y 12 paradas, recorriendo una distancia media de 150 km.
Desde la compañía húngara señalan que “a pesar de su longitud de 8,16 metros, el camión cuenta con una agilidad excepcional y una maniobrabilidad sobresaliente incluso en lugares estrechos del centro de la ciudad gracias a su sistema de cámara de 360º grados y al diseño de la cabina". Además, destacan su carga útil de 9,7 toneladas, que permite entregar más mercancías en un solo viaje.
“Más allá de las ventajas medioambientales, estos camiones eléctricos reducen notablemente la contaminación acústica, haciendo que las entregas urbanas sean menos intrusivas y más respetuosas con la comunidad", apunta Szilárd Cser, director general de WSZL.