El nuevo enfoque se centra en acabar con los desequilibrios del mercado laboral del transporte, garantizar condiciones y estándares de trabajo dignos para los conductores que trabajan fuera de su país de origen, y simplificar y hacer cumplir las normas para trabajadores y empleadores. El plan recoge acciones que deben ejecutar la ONU, los gobiernos nacionales y la industria.
1) Desarrollar un marco mundial con directrices claras para proteger a los conductores no europeos; mejorar las condiciones de los conductores y aumentar la cohesión social; y armonizar las normas de cualificación y el reconocimiento transfronterizo.
2) Los gobiernos nacionales deberían modificar y hacer cumplir los procedimientos de inmigración laboral para proteger a los conductores no residentes, reducir la burocracia para permitir una inmigración legal más fácil para los conductores actuales y potenciales; impulsar el reconocimiento de cualificaciones de terceros países a través de acuerdos bilaterales; invertir y aumentar la aplicación de las leyes y reglamentos de transporte por carretera; y subvencionar los programas nacionales de formación e integración.
3) Los operadores de transporte por carretera tendrían que garantizar que los conductores procedentes de fuera de Europa tengan las mismas condiciones de trabajo que los europeos, y apoyar los procesos de formación, gestión de competencias y certificación.
Cooperar y detener la explotación
El secretario general de la IRU, Umberto de Pretto, apuesta por “equilibrar la oferta y la demanda de mano de obra a nivel mundial a través de medidas sencillas para facilitar la inmigración legal y detener la explotación de los conductores no residentes es una forma de solucionar el problema. Además hay que apoyar el trabajo digno y mantener en funcionamiento los servicios vitales de transporte por carretera”.
Por su parte, el Secretario General de la ITF, Stephen Cotton, destaca que “los gobiernos, los empleadores del transporte y los clientes deben trabajar junto con los sindicatos para crear trabajo decente y acabar con la escasez de conductores. El transporte por carretera solo podrá atraer y retener a los conductores si se basa en la cooperación entre todas las partes interesadas y se garantiza unas condiciones de trabajo decentes, el respeto de los derechos laborales fundamentales y la protección social”.
Un 11% de los puestos de conductor quedaron vacantes en 2022
La escasez mundial crónica de conductores profesionales de camiones, autobuses, autocares y taxis se está acelerando, lo que afecta a millones de trabajadores, empleadores y servicios del transporte por carretera. Alrededor del 11 % de los puestos de conductor quedaron vacantes en 2022, y hasta un tercio de los conductores se jubilarán en los próximos tres años en muchos países. "Los puestos de conductor vacantes podrían haberse duplicado en 2026", advierten.
“Gobiernos, sindicatos y operadores están impulsando múltiples acciones, pero no es suficiente”, apuntan desde la IRU. Asumir el coste de la obtención del carnet de conducir y el CAP, construir áreas de estacionamiento más, atraer a más mujeres y jóvenes a la profesión y mejorar el trato de los conductores y la comprensión de la profesión son medidas que también podrían resultar positivas, tal y como exponen desde esta organización.
