La repercusión internacional de esta protesta aumentó el pasado fin de semana cuando el empresario Lukasz Mazur, acompañado de una veintena de personas, acudió a esta área de descanso para recuperar por la fuerza la mercancía y los camiones. La policía alemana se vio obligada a intervenir para evitar altercados.
Ahora Mazur ha emprendido acciones legales para poder acceder a los vehículos, y los sindicatos que apoyan a los conductores en huelga insisten en que devolverán las llaves cuando se salden las cuentas pendientes.
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Acabar con los abusos
Este suceso pone de relieve la lamentable situación laboral que viven muchos profesionales del volante procedentes del continente asiático. La IRU ha expresado su apoyo a todos los chóferes de terceros países, y pide que se respeten sus derechos y se tomen medidas para evitar que se repitan abusos similares en el futuro. “Europa necesita conductores profesionales de terceros países, fuera de la UE, para gestionar la gran escasez de chóferes, pero deben ser respetados y hay defender todos sus derechos en virtud de las normas de la UE”, explican sus responsables.
La IRU también ha pedido la armonización en el reconocimiento de los permisos de conducción en toda la UE para integrar a los conductores de terceros países más cualificados en el mercado laboral. “Esto mitigaría el riesgo de explotación por parte de empresas como se ve en este caso”, apuntan.
Zusammenhalt in #Gräfenhausen auch heute ungebrochen. Das gilt auch für den Besucherstrom aus Gewerkschaften, Landes- und Bundespolitik und von Pressevertreter*innen. Toll auch die vielen LKWs, die am Platz solidarisch grüßend vorbeifahren. @_verdi @dgb_news @SKoerzell pic.twitter.com/Id1pjFA1f0
— Faire Mobilität (@FaireMobilitaet) April 13, 2023