El vehículo articulado procedente de El Puerto de Santa María recorrió varias carreteras de Cádiz sembrando el pánico entre el resto de los conductores. Tras la detención los agentes comprobaron que el chófer multiplicaba por siete la tasa máxima de alcohol en aire espirado para conductores profesionales (0,15 mg/l). Además, carecía de tarjeta de transporte.
El conductor pasó a disposición judicial ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de los de Guardia de Jerez de la Frontera, y se enfrenta a penas de prisión de seis meses a dos años, o a multas de seis a doce meses, o trabajos en beneficio a la comunidad de 31 a 90 días. Además no podrá conducir vehículos durante un periodo que oscilará entre uno y seis años.